El hambre y la siembra, por José-Román Flecha Andrés, en Diario de León (13-2-2016)
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El hambre y la siembra, por José-Román Flecha Andrés, en Diario de León (13-2-2016)
"Plántale cara al hambre: siembra". Así exhorta e interpela a nuestra conciencia y a nuestras estructuras el lema elegido por Manos Unidas para la campaña de este año 2016. La campaña n. 57 se lanza al aire por medio de varios eventos y celebraciones que se agrupan en torno al día 14 de febrero.
Como se sabe, Manos Unidas es una prestigiosa y benemérita ONG de Desarrollo de la Iglesia Católica. Aunque su actividad a favor de la justicia es muy amplia, se ha dado especialmente a conocer por sus campañas en torno a la Jornada del Hambre en el mundo, que se celebra todos los años en el mes de febrero.
Pues bien, con esta campaña se inicia un nuevo trienio de lucha contra el hambre en el mundo. A lo largo de estos próximos años, Manos Unidas se propone trabajar para dar respuesta a las causas y problemas que provocan todavía hoy el hambre en el mundo.
Al finalizar el Gran Jubileo del año 2000, el Papa Juan Pablo II se lamentaba de que, a estas alturas de la historia, el hambre fuese todavía un gravísimo problema para el cual no se hallaba una solución. Sabemos que en el mundo unos 800 millones de personas padecen la plaga apocalíptica del hambre.
Como respondiendo a viejos prejuicios, en su exhortación "La alegría del Evangelio", el papa Francisco afirma que "existe alimento para todos; el hambre se debe a la mala distribución de los bienes y de la renta?y de la práctica generalizada del desperdicio" (EG 191). Ya desde el primer momento de su pontificado, ha denunciado varias veces el desperdicio de objetos y de alimentos que lleva también al descarte de las personas que se consideran inútiles en la sociedad.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a la que se ha dirigido recientemente el mismo Papa, le da la razón. De hecho, admite que la capacidad productiva de la población mundial podría ser más que suficiente para alimentar a 12 mil millones de personas. Casi el doble de los siete mil millones de habitantes del planeta.
Pues bien, aun antes de pensar en las posibles soluciones del drama, la organización Manos Unidas desea invitarnos a todos a tener ante la vista una triple constatación:
1. El mal uso que generalmente y de forma poco responsable estamos dando a los recursos alimentarios y energéticos.
2. La amplia difusión de un sistema económico internacional que privilegia el beneficio y excluye a los más débiles de la sociedad.
3. Un estilo general de vida y de consumo que termina por aumentar la exclusión y la vulnerabilidad de muchos ciudadanos.
Así pues, Manos Unidas cuenta con la generosidad de los católicos y de todas las personas de buena voluntad. Pero su objetivo principal no es pedir una limosna, sino promover un nuevo estilo de vida, cambiar nuestra mentalidad antes que nuestras leyes. La promoción de la siembra es una buena imagen de lo que se impone con urgencia.
José-Román Flecha Andrés