José Cobo, un cardenal en la sintonía de Francisco

Mario Alcudia reflexiona este sábado sobre el Consistorio que se ha celebrado en el Vaticano y la creación de los 21 nuevos cardenales

Mario Alcudia

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Entre los 21 nuevos cardenales con los que cuenta desde hoy la Iglesia, se encuentra monseñor José Cobo que, sin apenas haber tenido tiempo de celebrar el inicio de su ministerio episcopal como arzobispo titular de Madrid, recibió el 9 de julio, en un pequeño pueblo de la sierra madrileña, la noticia del anuncio del Consistorio celebrado esta mañana. No esperaba, decía el nuevo purpurado, que Francisco fuera a convertir de nuevo a Madrid como sede cardenalicia. Bueno, o al menos no de forma tan inminente.

Cuando hace unos meses el Santo Padre le entregaba el palio, decía monseñor Cobo que la prenda tenía dos borlas; una, que reflejaba de alguna forma la conexión, la unión con Roma y con Pedro. Y otra, señalaba, la oveja perdida, evocando a los perdidos, a los que no tienen a nadie. En este sentido, esa inquietud, esa preocupación y sensibilidad por los descartados en las que primero se volcó como sacerdote, luego como obispo auxiliar y ahora como arzobispo, dicen muchos que ese buen trabajo y labor en esta Pastoral Social, son los que han llamado especialmente la atención del Papa Francisco, consciente del contexto por el que atraviesa el mundo y al que tiene que atender y responder la Iglesia en un momento como el actual.

Esta misma semana hemos conocido, de hecho, las cuatro grandes líneas programáticas de la que es su primera carta pastoral, con un significativo título: ‘Abriéndonos a un nuevo comienzo’. Pide ahondar en la vocación bautismal. Llama, además, a “potenciar la vida y dinamismo de las parroquias y comunidades cristianas”, poniendo especial ímpetu en las más débiles. Para ello anima a vivir en sintonía con el proceso sinodal que comienza el próximo miércoles. “Caminar en diocesaneidad, de forma que sea el Espíritu quien armonice nuestra diversidad”. Un tercer eje es “ahondar en la escucha de la Palabra de Dios”, para reconocer el paso del Señor en nuestra sociedad y entregarnos con toda pasión al anuncio de la alegría del Evangelio. Y la última línea, la invitación a mirar a la sociedad como misión a la que Dios nos convoca desde la misericordia, creando alianzas y huyendo de la polarización.

Es desde luego una apasionante hoja de ruta para la Iglesia de Madrid la que tiene por delante este curso, encabezada por su desde hoy ya cardenal de la Iglesia, José Cobo, al que desde aquí felicitamos y damos nuestra enhorabuena.