Las Edades del Hombre en Aguilar de Campoo (II), por José Luis Calvo Calleja

Las Edades del Hombre en Aguilar de Campoo (II), por José Luis Calvo Calleja

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Las Edades del Hombre en Aguilar de Campoo (II), por José Luis Calvo Calleja

En la espléndida, rica, elegante, y gran iglesia gótica, siglo XIII, de San Miguel Arcángel, antigua colegiata de Aguilar de Campoo, ubicada en la plaza mayor, se desarrollan cinco capítulos de la Exposición Mons Dei. El tercer capítulo, y primero expuesto en la Colegiata de San Miguel, está centrado en el profeta Elías, el Monte Carmelo, y la Virgen prefigurada en la nubecilla que vio el profeta avanzar desde el mar Mediterráneo.

Jesús se transfiguró en el Monte Tabor en presencia de Moisés –la Ley– y de Elías –los profetas-. Elías para un judío no solo era símbolo de los profetas, sino antesala del Mesías que esperaban. El que fue arrebatado y llevado al cielo en un carro de fuego, había de volver con fuerza y espada de fuego venciendo la idolatría, de la misma manera que lo había hecho con los falsos profetas de Baal.

Las obras que se exponen en este tercer capítulo están centradas en el profeta Elías y la Virgen como Stella Maris -Virgen del Carmen-, y los acontecimientos de la vida de la Virgen relacionados con la montaña en el Antiguo y el Nuevo testamento. La Virgen fue presentada en el templo, ubicado sobre el Monte Sion, fue servidora de su prima Santa Isabel, también embaraza de su hijo Juan, y residente en Ain Karim en la montaña de Judea. En este tercer capítulo está presente la bellísima montaña palentina con la proyección de un audiovisual y la Virgen Inmaculada como la tota pulcra, y las veneradas tallas románicas de la Virgen de Lebanza, del Brezo, de Santa María la Real, y Santa María la Mayor de Aguilar de Campoo, como focos e imanes de la religiosidad popular.

La montaña ha estado presente en todas las fundaciones y congregaciones religiosas. En los montes, lugares de encuentro, se asentaron primitivos santuarios, ermitas y monasterios. Algunos se ubicaron en recuerdo y conmemoración de hechos narrados en el Antiguo y Nuevo testamento como es Ain Karim en los montes de Judea, lugar de la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel, en el Monte Sion, como recordatorio de la Presentación de Jesús en el templo y Purificación de la Virgen, y otros templos en el monte de la Ascensión, de la Transfiguración, etc.

Muchas órdenes religiosas nacieron en las montañas. Los benedictinos fueron fundados por San Benito de Nursia en Monte Casino (Italia), los Carmelitas, Orden de los servitas de María, en el monte Carmelo, Los Templarios en monte Sión, lugar de asentamiento del Templo de Jerusalén, San Ignacio escribió el libro de los ejercicios espirituales en la cueva de Manresa en el Monte San Bartomeu con vistas a la montaña de Monserrat, En la diócesis de Palencia tenemos los santuarios de la Virgen de Lebanza, del Brezo, de Nuestra Señora del Carmen en Barruelo, Virgen de Viarce en Santa María de Redondo, Virgen de Samoño en Revilla de Pomar, y Virgen de Llano en Aguilar de Campoo. Todos ubicados en plena montaña palentina. La nubecilla del Carmelo es un símbolo mariano, recogido en las constituciones y el escudo de la orden carmelitana y, además y sobre todo, una referencia a la montaña santa que es Cristo, "Monte de Salvación", donde todos debemos subir y gozar. Los y las carmelitas, tanto calzados como descalzos han tenido y siguen siendo una referencia en la vida eclesial y diocesana. El Carmelo ha dado abundantes frutos de espiritualidad y santidad en la iglesia. La Virgen es la estrella, la nubecilla que nos guía.

El capítulo cuarto, está dedicado a Cristo, Monte de la Salvación. Por su muerte y resurrección, Jesús de Nazaret, fue constituido el Kyrios, el Señor. Él, como buen Pastor, no sólo dio la vida por sus ovejas, sino que fue sacerdote y victima al mismo tiempo. El Monte Calvario fue monte de salvación, la Resurrección su cima, el Monte Tabor, su anticipo y el monte Olivete, su ascensión definitiva al cielo. En este capítulo se sigue reflexionado sobre el Monte de Dios que es que Cristo. Él nos marca el camino a seguir, venciendo las tentaciones y hoy, igual que ayer, nos presenta el programa del Sermón del Monte, de las Bienaventuranzas. Él es el Buen pastor, el Pan de vida, el Mesías humilde pacífico que entró en la ciudad santa a lomos de un pollino, el que oró en el Monte de los Olivos y el que subió libremente al monte de la Calavera en Jerusalén.

En este capítulo contemplaremos obras maestras de Juan de Flandes, Manuel Pereira, una copia de Antonio Van Dyck, Alejo de Vahía, Pedro de la Cuadra, Gregorio Fernández, Victorio Macho, el grandioso retablo mayor, siglo XVI, de la colegiata, capiteles románicos y copias de los capiteles del monasterio Santa María la Real de Aguilar y también de pintores actuales como Luis Mayo, Capel, Luis Jiménez Aranda y un "tableau vivant" recreando una obra impresionista del húngaro K. Ferenczy entre otros.

José Luis Calvo Calleja

Comisario de Mons Dei.

Las Edades del Hombre en Aguilar de Campoo (I), por José Luis Calvo Calleja