Libertad religiosa: vivir la fe sin complejo ni temores

Mario Alcudia reflexiona este sábado sobre la publicación del Informe Libertad Religiosa en el Mundo y la campaña de Ayuda a la Iglesia Necesitada, 'Creer es tu derecho'

Mario Alcudia

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Ayuda a la Iglesia Necesitada acaba de publicar el Informe Libertad Religiosa en el Mundo, un estupendo e imprescindible trabajo bianual realizado desde 1999 por esta Organización que analiza el cumplimiento y las violaciones de este derecho recogido, recordemos, en el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El documento que refleja este año cómo la libertad religiosa atraviesa momentos muy complicados en el mundo; y es que la persecución por causa de la fe se ha agudizado. 573 millones de cristianos sufren persecución. Por eso han lanzado la campaña 'Creer es tu derecho'. Un derecho que se ve amenazado en un tercio del mundo; en 61 de los casi 200 países analizados.

Destaca este Informe que en los dos últimos años ha aumentado la amenaza de los autócratas a escala mundial y han surgido nuevos dirigentes autoritarios que ejercen su poder, incluso con fuerte violencia y persecución, sin apenas límites. Un exponente claro es Nicaragua, que se ha integrado en la lista de los países con mayores violaciones a la libertad religiosa del planeta. Mientras África, sigue siendo una vez más el continente donde se registra más violencia.

Y más cerca de nosotros, aquí, en Europa, se impone cada vez más la idea de que la religión obstaculiza el progreso, que se convierte en fuente de conflictos o que solo aporta privilegios para unos pocos. Mantras, que como decía en COPE estos días la directora de Comunicación de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, Raquel Martín, tienden a querer circunscribir el ámbito religioso solo al ámbito privado. Conviene dejar claro, además, que se confunde libertad de culto con libertad religiosa, ya que esta última además de libertad para profesar un credo tiene su efecto en la manera de pensar, de sentir, de trabajar de educar y de vivir...

En este sentido, te invito a releer el discurso del Papa al cuerpo diplomático de este año en el que Francisco defendía este derecho universal y recordaba que no puede haber paz sin libertad religiosa. No es la primera vez, de hecho, que el Papa advierte sobre el peligro de una persecución educada disfrazada de modernidad y progreso.

Por tanto hay que pedir a los gobiernos que garanticen la protección de la libertad religiosa; es su deber proteger este derecho para que cada persona pueda actuar según su conciencia, además de profesar su fe de forma libre… Pedir su respeto no significa implorar privilegios sino contribuir a la paz, a la fraternidad, al desarrollo auténtico de las sociedades y al verdadero progreso humano. De lo que se trata es de poder vivir nuestra fe sin complejo ni temores.