Los Heraldos del Evangelio organizan ciclo de charlas de preparación para la Consagración a María

Los Heraldos del Evangelio organizan ciclo de charlas de preparación para la Consagración a María

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Los Heraldos del Evangelio organizan ciclo de charlas de preparación para la Consagración a María, José Alberto Rugeles Martínez

Este año se cumple el

. Será un año marcado por una nota claramente mariana. Recordaba el señor Arzobispo de Toledo en la homilia de la Solemnidad de San Ildefonso en la Catedral Primada, el pasado 23 de enero, que fue este gran santo español el que trató por vez primera a respecto de la esclavitud a la Santísima Virgen. Y es cierto. Como también lo es que

con su libro

dio a esta devoción un gran impulso. San Juan Pablo II al asumir el lema Totus Tuos también recordó al mundo el papel primordial de la Virgen en nuestras vidas.

En Madrid el próximo primero de febrero, los Heraldos del Evangelio, van a dar inicio a una serie de conferencias o charlas de preparación, destinadas a cualquier cristiano de Madrid para realizar la Consagración a la Virgen según el método del santo francés. Dichas charlas serán todos los miércoles a las 20:00 hrs. en la parroquia Beata María Ana Mogas en la calle Bella Altisidora, 6 en Tres Olivos (líneas 66 y 135 y Metro línea 10, parada Tres Olivos).

Enseñaba Juan Pablo II en una carta a la Familia Monfortiana, el ocho de diciembre de 2004 que: "San Luis María contempla todos los misterios a partir de la

, que se realizó en el momento de la Anunciación. Así, en el

María aparece como "el verdadero paraíso terrenal del nuevo Adán", la "tierra virgen e inmaculada" de la que él fue modelado (n. 261). Ella es también la

, asociada al

en la obediencia que repara la desobediencia original del hombre y de la mujer (cf.

, 53; san Ireneo,

, III, 21, 10-22, 4). Por medio de esta obediencia, el Hijo de Dios entra en el mundo. Incluso la cruz ya está misteriosamente presente en el instante de la Encarnación, en el momento de la concepción de Jesús en el seno de María. En efecto, el

de la carta a los Hebreos (cf.

10, 5-9) es el acto primordial de obediencia del Hijo al Padre, con el que aceptaba su sacrificio redentor "ya cuando entró en el mundo".

"Toda (…) nuestra perfección -escribe san Luis María Grignion de Montfort- consiste en estar conformes, unidos y consagrados a Jesucristo; la más perfecta de todas las devociones es sin duda alguna la que nos conforma, une y consagra más perfectamente a este acabado modelo de toda santidad; y pues que María es entre todas las criaturas la más conforme a Jesucristo, es consiguiente que, entre todas las devociones, la que consagra y conforma más un alma a nuestro Señor es la devoción a la santísima Virgen, su santa Madre, y cuanto más se consagre un alma a María, más se unirá con Jesucristo" (Tratado de la verdadera devoción, 120, o.c., p. 83). San Luis María, dirigiéndose a Jesús, expresa cuán admirable es la unión entre el Hijo y la Madre: "de tal modo está ella transformada en vos por la gracia, que no vive, no existe, sino que sólo vos, mi Jesús, vivís y reináis en ella… ¡Oh! si fuere conocida la gloria y el amor que recibisteis, Señor, en esta admirable criatura… María os está tan íntimamente unida…; porque ella os ama más ardientemente y os glorifica más perfectamente que todas vuestras criaturas juntas" (ib., 63, o.c., p. 49)".

Las reuniones de los Heraldos del Evangelio son ocasión para renovar y profundizar en el amor a la Madre de Dios.