Moción: ¿traición a España?, por Fidel García Martínez
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Moción: ¿traición a España?, por Fidel García Martínez
No cabe duda alguna que la moción de Sánchez a Rajoy-asunto personal- es perfectamente democrática y legal. Máxime teniendo en cuenta la grave situación de inestabilidad política después de la sentencia sobre la corrupción que afecta a algunos antiguos miembros del PP y no al actual gobierno de Mariano Rajoy ni en su conjunto ni individualmente.
Desde el momento en que se conoció sentencia del caso Gürtel, la esperada moción de censura de Pedro Sánchez respaldado por su guardia pretoriana, incluida Adriana Lastra, quien nunca se vio en tal situación, ha puesto patas arriba la política de España, que parecía enderezada después de la aprobación de los presupuestos por el PNV, que dio a Rajoy una respiro para seguir navegando contra viento y marea para concluir la legislatura sin mayores sobre saltos. Un terremoto político se ha instalado en España: la inseguridad política, económica e institucional, ante una ciudadanía que nada entiende de la ambición sin límites de unos políticos que solo parecen preocuparse de sus eróticas individuales de poder y riqueza
Para los analistas políticos meno politizados e ideologizados la moción de censura de Sánchez, quien desea llegar como sea y con quien sea, a donde no lo han llevado los votos, después de intentarlos durante meses por activo y por pasiva, incluido el contundente no es no, de hace meses, es inoportuna e incoherente; ha pasado de la lealtad institucional frente a la deriva independentista y soberanista de Puigdemont antes, y ahora del racista y xenófoba Torra, a solicitar el apoyo de todos los que quieren destruir España echando un pulso al Estado, especialmente ERC y PdCAT. En esta aventura hacia ninguna parte Sánchez necesita el apoyo de Cs, quien no está dispuesto a que Sánchez llegue a la Moncloa sin pasar antes por las urnas, condición necesaria para que la moción de censura sea apoyada por Albert Rivera, quien sostiene que la única forma de echar a Rajoy del gobierno es con unas elecciones previas a la moción de censura, a lo que Sánchez no está dispuesta porque dice que las convocaría él desde la poltrona de jefe de Gobierno. Tal como lo vio Rajoy desde un principio.
Pedro Sánchez quiere salir del anonimato político por el que deambula, por no ser ni es diputado, por eso está en todas las tertulias y en todos los mass media vendiendo su moción de censura que no le beneficia a él y perjudica mucho a los españoles. Posiblemente Rajoy haya perdido parte de su legitimidad democrática que le han otorgado las urnas, pero Sánchez no puede tener legitimidad traicionando los principios constitucionales de la unidad de España. Sólo con los votos de los que quieren destruir España puede Sánchez ganar su moción de censura, con el permiso del PNV que dio sus votos a Rojoy tras sacar un trozo de la tarta de los presupuesto de 540 millones de Euros, sin renunciar a la autodeterminación.
Parece ser que las elecciones generales son la solución más coherente ante un futuro muy negro de profunda inestabilidad política y económica, cuyas víctimas serán los ciudadanos que asisten perplejos a la hoguera de las vanidades y veleidades de los políticos.
Fidel García Martínez