Natividad de Nuestra Señora
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los evangelios de Mateo y Lucas son explícitos al narrar desde una perspectiva bíblico-teológica el nacimiento de Jesucristo. Mientras que en el evangelio de Juan el nacimiento virginal de Cristo se sintetiza en la expresión trinitaria: el Verbo se hizo carne. El nacimiento de su Madre Santísima no se trata directamente, pero la tradición venerable y respetable nombra a San Joaquín y santa Ana, como los progenitores de la que sería la criatura más excepcional nunca nacida de matrimonio santo. Se deben tener en cuenta las genealogías de Mateo y Lucas están basadas en registros públicos conservados en Jerusalén, que inserta San Lucas en su evangelio ( 3,23-38) parece ser la de María, así como la de San José sería lo que refiere San Mateo (1,1-17).
San Bernardo, cuando escribía de la gloria y de los grandes privilegios de la Madre de Dios, afirma admirado, de María nunca se dirá bastante de su santidad y grandeza. Pero con profundo realismo bíblico y teológico rechaza como impropias de su santo nacimiento que hubiese sido engendrada por lo que él llama ósculo de la paz y no por la santa cópula conyugal de sus padres. María por su nacimiento quedo sujeta a la ley natural. Su cuerpo fue perfecto. Su plenitud de gracia desde el mismo momento de su Concepción. No tuvo ninguna imperfección voluntaria desde su nacimiento. La gracia santificante actuó en su alma de forma plena y total, en atención a su privilegio singular ser predestinada desde el primer momento de la historia de la Salvación hasta su culminación en el la Pasión, Muerte y Resurrección de su Hijo a ser su Madre y Madre de la Iglesia. Por eso afirma el Concilio Vaticano II: Efectivamente, la Virgen María que al anuncio del ángel recibió el Verbo de Dios en su alma y en su cuerpo y dio la Vida al mundo. Es reconocida y venerada como verdadera Madre de Dios y del Redentor. Los poetas y pintores han tratado de reflejar en su arte el nacimiento de Santa María tomando referencias de los nacimientos de sus tiempos, respetando la supra dignidad de Nuestra Señora, quien en su Magníficat nos dejó el mejor expresión de su personalidad porque el Señor hizo grandes maravillas, engrandeció su humildad por la que ha sido llamada bienaventurada en su Santa Natalidad.