Purísima, por Fidel García Martínez

Purísima, por Fidel García Martínez

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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PURÍSIMA

La festividad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María tiene una larga historia en la Iglesia Católica. Fue precisamente en la España Visigoda, tan marginada por algunos historiadores, en donde por primera vez se celebró esta fiesta, siendo arzobispo de Toledo San Ildefonso en el siglo VII, (el día 18 de Diciembre). Desde entonces la defensa de la Concepción Inmaculada fue constante. La universidad de Valencia desde 1530 obliga bajo juramento defender este privilegio singular de la Madre de Dios. A Valencia siguieron el resto de universidades españolas.

El pueblo español durante siglos hizo suyo este privilegio de forma espontánea con el saludo repetido hasta hoy: "Ave María Purísima. Sin pecado concebida". Fue el rey Carlos III, tan admirado por Jovellanos en su célebre Elogio y cuyo tercer centenario se celebra este año, quien propuso a las Cortes Españolas que la Inmaculada Concepción fuese declarada Patrona de España. Nadie como Murillo ha pintado la inocencia, pureza y la plenitud de gracia de María, sin olvidar que María es tan divina porque es muy humana, de nuestra carne, pero sin mancha del misterioso, pero real pecado original, por un privilegio totalmente especial.

La vigilia de la Inmaculada es una realidad, en muchas iglesias y catedrales españolas, son millones los españoles de todas edades y condiciones que unen para celebrar este privilegio mariano. El ejército español (la Fiel Infantería) l tiene a María como patrona y protectora en las difíciles misiones internacionales en la que su presencia es tan importante para mantener la paz y favorecer el progreso de los pueblos sometidos a la barbarie fundamentalista. No faltan en España los graciosos de turno que por no hablar de la Inmaculada Concepción, dicen festejar la Manchada Constitución de la que muchos se mofan y algunos quieren derogar. Pero con fiesta laboral o sin ella, no se puede renunciar a una fiesta con la que siempre se ha identificado de forma solemne el noble pueblo español y más en estos tiempos en los que los que incluso los niños están sometidos a una ideología de género, que será para ellos una dura carga, porque se les educa para el placer instintivo y no para el amor verdadero. AVE, MARÍA PURISIMA.

Fidel García Martínez