El saludo de la Iglesia, por José-Román Flecha Andrés, en Diario de León (19-12-2015)
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El saludo de la Iglesia, por José-Román Flecha Andrés, en Diario de León (19-12-2015)
El día 8 de diciembre de 1965 se clausuró el Concilio Vaticano II con la misa celebrada por Pablo VI en la Plaza de San Pedro. Aquella mañana oímos de los labios del Papa un saludo dirigido a toda la humanidad. Cinco pensamientos quedaron flotando en el recuerdo:
En un segundo momento, Pablo VI trataba de expresar el mismo sentimiento de cercanía a todos los hombres, pero aludiendo al amor humano:
Después de recordar a los fieles presentes, a los enfermos y a los obispos retenidos y encarcelados para impedirles asistir al Concilio, el Papa expresaba su voluntad de diálogo:
Pablo VI quería subrayar que su saludo era distinto de los saludos ordinarios con que nos despedimos después de un encuentro.
Por último, Pablo VI apuntaba a una dimensión espiritual y trascendente de aquel saludo que dirigía a toda la humanidad, al cerrar el Concilio:
Universalidad, presencia, aprecio, paz y caridad. He ahí cinco características del saludo de Pablo VI al mundo. Seguramente esas cinco notas del saludo de la Iglesia siguen siendo validas y necesarias todavía.
José-Román Flecha Andrés