Santa Teresa de Jesús y la nueva evangelización, por Jorge Zazo

Santa Teresa de Jesús y la nueva evangelización, por Jorge Zazo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Santa Teresa de Jesús y la nueva evangelización, por Jorge Zazo

Santa Teresa de Jesús es una de las santas más destacadas de la Iglesia católica, una excelente maestra de oración y una de las místicas más reconocidas. Precisamente por concurrir en ella tales cualidades, es también modelo y protectora de la nueva evangelización a la que los últimos Papas nos han convocado.

¿En qué sentido puede una monja de clausura del siglo XVI ser referencia ante la encrucijada actual? Ante todo, conviene tener presente que la transmisión de la fe no es en primer lugar una cuestión de métodos o estrategias. No existe una mercadotecnia religiosa, unas fórmulas infalibles para conectar con la sensibilidad contemporánea y hacerle más atractiva la propuesta de la salvación. Las nuevas expresiones y los nuevos métodos a los que hacía referencia san Juan Pablo II sólo pueden ser el resultado de un nuevo ardor. Ese fuego es el que nace en el corazón por el encuentro personal, renovado en la oración diaria, con el Señor Jesús, a quien Teresa reconoce como el Amigo verdadero y el Esposo fiel.

Amistad y desposorio son lenguajes del amor. Como enseña el Papa en Lumen Fidei(n. 47), amar significa mirar la realidad con los ojos del amado. Al contemplar a los demás como Cristo los ve, santa Teresa se conmueve por quienes, no participando de la alegría de la fe, se sumergen en la tristeza eterna. Ella se determina a pasar cualquier trabajo por ofrecer a sus hermanos el gozo de la salvación (cf. Vida 32, 6). Considera más valioso un solo alma queganase para Dios, que cualquier otro servicio que le pudierahacer (cf. Fundaciones 1, 7). Su contacto asiduo con el Resucitado lleva a la Santa no sólo a cambiar su vida, sino también a transformar las estructuras eclesiales en que vivía para responder adecuadamente a la Modernidad que se estaba fraguando. Ésa es precisamente la tarea que los cristianos estamos llamados a afrontar en esta hora: una conversión quesólo es auténtica si es fecunda, si ?en palabras del Papa? nos pone en estado de misión. La felicidad irradia, es contagiosa, y permite a cuantos nos rodean vislumbrar la belleza de Aquél cuya luz disipa toda tiniebla.

La Iglesia en Ávila ha querido seguir los pasos de su hija más ilustre y afrontar, con ocasión del V Centenario de su nacimiento, una profunda conversión que la conduzca a una mayor audacia evangélica y a un nuevo estilo pastoral. Durante el próximo curso tendrá lugar una "misión diocesana". No consistirá sólo en proponer actividades para salir al encuentro de quienes no conocen a Cristo. Se trata de promover, guiados de la mano de Santa Teresa, una sincera renovación espiritual que nos lleve a profundizar en nuestra vivencia de la fe, a renovar nuestras propuestas evangelizadoras y a modificar si es necesario nuestras estructuras pastorales. En este sentido, durante el primer trimestre del año 2015 habrá una serie de actividades de primer anuncio, que responderán a lo que el Papa Francisco definió, en un fundamental discurso ante el Comité de coordinación del CELAM, como "misión programática": se realiza en un determinado espacio de tiempo, obedeciendo a unos objetivos, medios y acciones previstos de antemano y revisables. Sin embargo, éste será sólo el primer paso de lo que, en esa misma intervención, el Santo Padre define como "misión paradigmática", que implica "poner en clave misionera la actividad habitual de las Iglesias particulares".

La Conferencia Episcopal ha propuesto como objetivo prioritario ante el V Centenario la promoción de una pastoral de la santidad. Tal meta implica hacer propias de cada cristiano las palabras de Camino (1, 2): "Parecíame que mil vidas pusiera yo para remedio de un alma de las muchas que allí se perdían. Y como me vi mujer y ruin? me determiné a hacer eso poquito que era en mí". Tal ha sido la invitación del Obispo de Ávila a todos sus fieles: que, movidos por el Espíritu que animó a Santa Teresa, también ellos hagan lo que poquito que esté en su mano para que, conociendo a Cristo, todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.

Jorge Zazo Rodríguez