Una buena noticia para Albacete?, por José Alberto Rugeles Martínez
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La noticia divulgada hoy al mediodía que Ángel Fernández Collado ha sido nombrado como nuevo Obispo de Albacete, causó entre sus incontables amigos una doble impresión. Por un lado, alegría al ver que un buen Obispo y un buen amigo, pasa a regir los destinos de una diócesis territorial, sucediendo a otro buen Obispo: Don Ciriaco Benavente. Por otro lado una tristeza, ya que la Archidiócesis Primada y su Arzobispo pierden un eximio "trabajador de la viña del Señor", para utilizar ?entre comillas- la famosa frase del querido Papa Benedicto XVI.
Si, Mons. Fernández Collado es un gran trabajador. Tan trabajor como discreto. De voz suave y a agradable, el sumergirse en los libros del Archivo Diocesano o del Archivo Capitular de Toledo, le ha permitido conocer a fondo la historia de la Iglesia toledana y la de sus Arzobispos y Obispos. Conocer bien el pasado, permite actuar en el presente con más seguridad y ayuda a tomar decisiones que marquen el futuro con acierto. En las aguas de la Historia ha conseguido nadar a fondo y esto le va a servir de mucho en Albacete. Sin duda.
Otra faceta a destacar del nuevo Señor Obispo electo de Albacete, es su amor por la Liturgia. Y específicamente por el Venerable Rito Hispanomozárabe. Siendo ya Obispo auxiliar, ha contiuado como Canónigo de la Catedral Primada a celebrar la Santa Misa en la Capilla del Rito Mozárabe. Hace parte en la Città Eterna, de la comisión que continúa investigando la hermosa liturgia hispanomozárabe y otras iniciativas siempre han contado con su apoyo y participación.
Un Obispo cercano a los sacerdotes, a los religiosos y a los laicos. En suma, a la gente. Y muy querido por los sacerdotes.
Un Obispo que no busca las luces de las cámaras, ni se preocupa por estar llamando la atención por lo que hace.
Un Obispo que escribe y escribe bien. Tiene publicados 38 libros, 25 como autor propio y 13 en colaboración con otros autores, además de 83 artículos de investigación histórica.
Un Obispo con una profunda devoción a la Santísima Virgen María a quien ha honrado en las más diversas Fiestas Parroquiales de los más variados pueblos de Toledo.
Esas gentes, esos pueblos, que hoy lamentan que el paisano de Los Cerralbos, se vaya Castilla La Mancha adentro, a otros parajes, a otros pueblos, a encontrase con otras personas a quienes servir con el ministerio de la Palabra, con el saber estar y el saber decir, con la plenitud del Ministerio Episcopal.
Otros escucharán sus palabras, otros apreciarán su estilo, y otros dirán un día, que realmente les llegó en 2018 un gran obispo, un obispo cercano, un obispo que fiel a su lema episcopal: "Evangelizare Iesum Christum" anunciará Jesucristo a tiempo y a destiempo, en las tierras de la Virgen de los Llanos, como lo hizo en Toledo, inclusive visitando los enfermos y no pocas veces, en casas y en hospitales. De eso, he sido testigo y beneficiado?
¡Ad Moltos annos Excelencia!
José Alberto Rugeles Martínez