Los escritos de Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia (450 años del Convento de San José y ante V centenario de su nacimiento)
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Precisamente por su enorme amplitud y por la incomparable vitalidad que late en los escritos de la gran santa, se hace dificilísimo resumir su doctrina sublime. Es preciso leerla directa e íntegramente.
Cualquier resumen está condenado irremisiblemente a desnaturalizar su doctrina. Hemos de resignarnos, sin embargo, a intentarlo y a su sugerir que no se contenten con esto sino que beban directamente en manantial el agua limpia y cristalina de la doctrina teresiana.
Libro de su vida (1562-65)
El primero de sus escritos, autobiográfico y doctrinal al mismo tiempo, sencillamente va abriendo las interioridades de su alma: sucesos, candorosamente narrados, que le acaecieron siendo niña, luchas que sostuvo entre el bien y el mal en su primera juventud, y, por fin, la resolución que tomó de darse por entero a Dios y las grandes gracias que Él le hizo a partir de entonces.
Canta las excelencias de la oración como piedra angular del edificio de la perfección; describe sus grados, desde la simple oración vocal hasta la contemplación mística más sublime. Intercala algunos capítulos para explicar la fundación de san José de Ávila y termina relatando algunas de las mercedes místicas que recibió.
Camino de perfección (1562-64)
Es la obra de la santa que está más al alcance de todos. Sabedoras las monjas de los tesoros que encerraba el "Libro de su vida", le suplicaron escribiese otro que pudieran manejar sin dificultad. Propuesto el fin de la orden, expone luego los medios para alcanzarlo, que es la vida de oración, que requiere especiales disposiciones morales y una técnica para su ejercicio.
Castillo interior o Las moradas (1577)
Es su obra cumbre, escrita cuando ya su alma había escalado las más altas cimas de la unión con Dios.
Propone la vida cristiana como un proceso de interiorización del hombre hasta unirse íntimamente con Dios en el centro del castillo.
La ciencia de Teresa se ha hecho más profunda y más vasta, más elevada y más simple. Desde la cima a que ha sido encumbrada descubre mejor los derechos de Dios y los deberes de la criatura, las exigencias del Absoluto y la flaqueza del hombre; desde ahí puede volver su mirada al camino recorrido, medir las etapas, apreciar las dificultades y compartir el sufrimiento de las almas que luchan. Bien puede describir con precisión, aconsejar con autoridad, inclinarse con amor: el martirio espiritual ha comunicado a su maternidad de gracia todo su poder de fecundidad.
Libro de las fundaciones (1573-82)
Lo escribió a medida que iba levantando sus conventos. Fundamentalmente histórico pero con muchas y sabrosas digresiones de orden moral y psicológico. Así, trata de la perfección de la vida de las descalzas, de la importancia de conocer a fondo a las monjas para llevarlas mejor. Páginas luminosas son las que dedica a la unión del trabajo activo con la continua y al análisis del estado de melancolía.
Meditaciones sobre el Cantar de los cantares
El pequeño libro se limita a comentar unos pocos versículos escogidos. Comienza declarando la veneración con que han de ser leídos los libros sagrados, y después de señalar las notas peculiares de la verdadera paz del alma, habla de la oración de quietud y de unión en forma sublime.