Todos los discursos JMJ 2011 Madrid, un año después (19): Saludo del cardenal Rouco al Papa en la visita a la Fundación Instituto San José de Madrid de los Hermanos de San Juan de Dios (20-8-2011)
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Servir al evangelio de la vida
Querido Santo Padre: Desde hace ya casi un siglo, bajo el patronazgo del Obispo diocesano de Madrid ?Diócesis joven erigida en 1885?, los Hermanos de San Juan de Dios, apoyados en un número creciente de buenos colaboradores, han cuidado en este Centro de Salud, Instituto de San José, con el esmero y delicadeza propia del amor cristiano, a niños y jóvenes en situaciones de graves e irreversibles dolencias.
Aquí siempre han sido tratados con un amor paciente, sacrificado y misericordioso, que no se arredró a la hora del martirio. Se continúa haciéndolo hoy con desprendida e incansable dedicación. Su Santo Fundador ?aquél portugués "loco" por Cristo y por la salud de los más enfermos de cuerpo y de alma en la Granada difícil y compleja de las primeras décadas después de su reconquista por los Reyes Católicos? es el gran modelo que inspira y guía a esta gran familia del Instituto de San José, en su admirable tarea de sanación y de consuelo verdaderamente cristiano, y a otras instituciones sanitarias aquí representadas.
Las circunstancias de la sociedad, en la que prestan sus servicios, son las propias de una sociedad profundamente herida por las crisis del matrimonio y de las familias, de la que son víctimas principales los niños y los jóvenes, máxime cuando se encuentran en situaciones de enfermedad, discapacidad y de abandono físico y psíquico.
La visita del Santo Padre, sus palabras alentadoras y su bendición, les llegan en un momento delicado y, por ello, extraordinariamente oportuno. Un momento en el que el Evangelio de la Vida no es comprendido por tantos. Enfermos, familiares, cuidadores, religiosas y religiosos, todos necesitan un consuelo y un aliento confortador que les sostenga en ese ejercicio de la caridad cristiana con los jóvenes enfermos y discapacitados de este nuestro tiempo tan difícil y dramático. ¡Ejercicio casi siempre heroico! ¿Cómo no van a agradecer el consuelo y el aliento que viene del Señor y que el Papa, su Vicario en la tierra, puede proporcionarles?
Cerca ?¡muy cerca!? está "Cuatro Vientos", donde espera al Santo Padre una inmensa multitud de jóvenes que aguardan su llegada con gozosa y rumorosa impaciencia. Ellos también aprecian y agradecen muy hondamente esta cercanía paternal del Papa a los jóvenes enfermos y discapacitados. Más aún, están dispuestos a asumir en sus proyectos de vida esta lección viva de amor cristiano que están recibiendo del Papa.
¡Gracias, muchísimas y sentidas gracias, querido Santo Padre, por esta visita tan delicadamente paternal al Instituto de San José!