Álvaro López Núñez

Académico, político fundador de la Democracia Cristiana en España, católico, brutalmente asesinado junto a su hija por el ejército del Frente Popular

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Alfonso V. Carrascosa

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Álvaro López Núñez (1865-1936) fue académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y acérrimo defensor de la asistencia social, algo en lo que coincidió con el también científico católico José Marvá Mayer, uno de los vocales fundadores de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE). Su postura política fue la democracia cristiana. Ni su nivel académico ni su actividad a favor de los pobres fue suficiente para evitar morir de muerte violenta, ya que fue asesinado junto a su hija Esther al comienzo de la Guerra Civil Española a manos del ejército del Frente Popular, el 30 de septiembre de 1936.

Perteneciente a una gran familia de periodistas leoneses, y siendo un escritor reconocido, fue 'sacado' de la cárcel en Madrid junto a su hija y poetisa Ester López Valencia, muriendo los dos tiroteados en el Cementerio de La Almudena de Madrid. Es tan poco conocido que retiraron una calle dedicada a él acusándole de franquista, aunque había sido aprobado en 1927 concedérsela precisamente en León por su fama. Nuevamente la amabilidad del historiador José Manuel Ezpeleta me ha facilitado la confirmación de los datos esenciales acerca de este personaje.

El pequeño de una familia numerosa de ocho hijos, estudió y se licenció en Filosofía y Letras, tras lo cual se dedicó a la enseñanza privada en Palencia, León y Medina de Rioseco y a la literatura. Fue publicando sus obras literarias y fundando periódicos de inspiración católica tales como La Lectura Dominical o El Universo, este último con Rufino Blanco Sánchez, asesinado por progresistas del Frente Popular en 1936. Casado a los veinte años con la poetisa de Medina de Rioseco, Carolina Valencia Castañeda (18601954), reconocida poetisa, tuvo seis hijos: tres varones, Federico (que fue primer jefe del Estado Mayor de África, luego gobernador militar de Huesca y acabó jubilándose en Canarias con un cargo similar), José María e Ignacio, y tres mujeres, Teresa, María y Esther, la última de las cuales fue fusilada junto a él, como ya hemos recordado.

Fue editor de 'El Boletín del Obrero' y el primer director de la Escuela de Sordos, entre 1931 y 1934, en plena Segunda República. También fue fundador de 'La Lectura Dominical' y el periódico católico 'El Universo' donde ejercería la crítica literaria y teatral. El periodista leonés Felix Pacho Reyero publicó un extenso artículo sobre él en la revista 'Tierras Leonesas' y que tituló: 'Un patricio leonés del periodismo y la Sociología' en el que dejaba claro que "Era uno de esos intelectuales de León, comprometidísimos con la clase baja…’. Estas y otras cosas nos las cuenta Jesús María López de Uribe.

Dicen sus biógrafos Antonio Gascón Ricao y José Gabriel Storch de Gracia y Asensio que ‘ostentó otros muchos cargos, como consejero del Ministerio de Instrucción Pública, jefe de la Inspección General de Trabajo, secretario general de la Mutualidad del Seguro Agropecuario, director del Consejo Superior de la Protección de la Infancia, vicepresidente del Patronato Nacional de Niños Anormales, presidente del Patronato Nacional de Sordomudos y del Patronato de Jóvenes Abandonados, secretario general de la Conferencia Internacional de Seguros Sociales de 1917, amén de ser miembro de la Comisión Nacional de la Mutualidad Escolar, de la Junta Directiva del Real Patronato para la Represión de la Trata de Blancas, del Consejo Superior de Emigración, del Consejo de Estudios Actuariales, de la Junta Directiva de la Asociación Internacional de Protección Legal de los Trabajadores, del Comité Permanente Internacional de Seguros Sociales, del Consejo Permanente Internacional de Protección a la Infancia, de la Comisión Rectora de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, correspondiente de la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona, del Ateneo de Madrid, doctor honoris causa de la Universidad de Coimbra, Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, comendador de la Orden Civil de Alfonso XII, Placa de la Orden del Mérito Militar, Medalla de Oro de la Previsión, etc. En 1920 ingresó como numerario de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, cubriendo la vacante dejada por Francisco-Javier González de Castejón y Elío, marqués de Vadillo. Su discurso de ingreso, Ideario de Previsión Social, es una pieza maestra de la oratoria, inspirado en la idea de la necesaria pedagogía de la previsión social. Su implicación especial por la educación de los sordos y ciegos le vino dada, además de por su anterior experiencia profesional como maestro, por el interés personal, pues tuvo una hija sorda, Teresa López Valencia, que fue alumna, desde su fundación en 1907, del colegio de La Purísima para Niños Sordos y Ciegos de Madrid. Álvaro López Núñez fue cofundador, en 1905-1906, y presidente de la ya centenaria Asociación de Sordomudos de Madrid. En 1931 fue nombrado director del Colegio Nacional de Sordomudos y Ciegos, cargo que ocupó hasta 1934, siendo sustituido en el mismo por Jacobo Orellana Garrido, fecha en la que el colegio fue trasladado de su sede del paseo de la Castellana a la calle de Granada, n.º 33’.