Obispo Baltasar Jaime Martínez Compañón y Bujanda

En una visita pastoral a su diócesis de Hispanoamérica se interesó por la historia natural, dejando un tratado científico escrito sobre la misma

Obispo Baltasar Jaime

Alfonso V. Carrascosa

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El navarro Baltasar Jaime Martínez Compañón y Bujanda (1737-1797) fue obispo de Trujillo en Perú y arzobispo de Santafé de Bogotá. Forma parte del elenco de eclesiásticos que han desarrollado a lo largo de su vida actividad científica. Su formación académica la adquirió en España, estudiando Filosofía en el convento de la Merced de Calatayud y cursando Leyes y Cánones en las Universidades de Huesca y Zaragoza.

Llegó a desarrollar actividad docente en el colegio de Sanctis Spiritus de Oñate donde, tras conseguir una beca de jurista, fue catedrático de Instituta y Prima de Leyes, y tres veces rector del colegio Universidad. Luego cursó Teología en Vitoria, y en 1761, con veinticinco años, fue ordenado sacerdote. Tras ocupar diversos cargos eclesiásticos en Perú, fue nombrado obispo de Trujillo en 1779, servicio que prestaría durante once años, en los que entre otras muchas actividades construyó cincuenta y cuatro escuelas, seis seminarios y hasta cuatro casas de educación para indios.

En su visita pastoral al Obispado de Trujillo, que duró cinco años, escribió Historia Natural, Moral y Civil de la Diócesis de Trujillo del Perú. En ella se incluyeron 1.421 dibujos y acuarelas recogidos en nueve tomos. En los primeros se incluye desde un mapa topográfico del Obispado de Trujillo, caminos y acequias, número de escuelas de primeras letras, hasta las lenguas del lugar, la música popular y características antropológicas de sumo interés, pasando por el tomo III, dedicado a descripción de los árboles nativos, el tomo IV a la flora, árboles frutales, maderas, el tomo V dedicado a las yerbas medicinales, el tomo VI dedicado a la fauna de cuadrúpedos, el tomo VII a las aves, el tomo VIII los cetáceos y peces, y el IX los planos de edificios. La obra también recibe el nombre de Códice Trujillo del Perú.

En 1788 sería nombrado arzobispo de Bogotá, ciudad en la que se dedicó a la promoción de la mujer a través del monasterio de la Enseñanza fundado por María Gertrudis Clemencia de Caicedo y Vélez (1707, 1779) para la educación de la mujer, tanto de las niñas nobles como de las niñas del pueblo.

Una biografía completa, de la que he tomado la mayor parte de las notas, puede encontrarse aquí. La trascendencia de su particular expedición, coincidente con su visita pastoral, es mencionada por historiadores expertos en este tipo de actividades científicas, la mayor parte de las cuales fueron llevadas a cabo directa o indirectamente bajo los auspicios del a Iglesia católica o de católicos practicantes.

CONTRA FACTUM NON VALET ARGUMENTUM