Leopoldo Eulogio Palacios Rodríguez

Renegó del krausismo haciéndose bautizar por la Iglesia Católica, sufrió cheka del Frente Popular por su fe y terminó ganando una cátedra universitaria de filosofía

Leopoldo Eulogio Palacios Rodríguez

Alfonso V. Carrascosa

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Acaba de publicarse De la muerte a la vida: 20 meses de una vida insignificante en el infierno rojo, novela autobiográfica de Teodoro Cuesta Moreno (1902-1979) —sacerdote católico, catedrático de teología y filosofía— editada por Jose Manuel Ezpeleta, una obra más que recomendable para aquellos que deseen profundizar en la historia real y científica contemporánea española como forma de evitar los sesgos ideológicos de la memoria histórica, y además quieran conocer el papel de los presbíteros de la Iglesia Católica en el Madrid del Frente Popular, del cual Ezpeleta es probablemente la persona viva más documentada.

La obra es de Ediciones San Román, que saca a la luz libros descatalogados o novedosos en el campo de la Historia, la Literatura, el Ensayo o la divulgación que sostengan la línea de continuidad de la cultura occidental cristiana de los últimos veinte siglos, que reconoce el supremo valor de cada persona, creada a imagen y semejanza de Dios y redimida por Cristo.

En la página 173 de dicho libro, Ezpeleta incluye la nota 83 dedicada a Leopoldo Eulogio Palacios Rodríguez (1912-1981) debido a que Teodoro Cuesta, sacerdote católico y profesor, se refiere a Palacios como persona entonces refugiada en el Liceo Francés de Madrid bajo bandera francesa, que participa en el culto clandestino de las Misas de Comunión y que después anima a los perseguidos a considerar aspectos gloriosos de la historia de la España católica. Antonio Martín Puerta señala que Leopoldo Eulogio perteneció a la Asociación Católica de Propagandistas

Hijo de Leopoldo Palacios Morini (1876-1952), krausista empedernido e institucionista a ultranza, Leopoldo Eulogio —cuyas obras y una buena parte de lo recogido en este artículo puede consultarse aquí—recibió sus primeras enseñanzas en el Instituto Escuela, licenciándose en Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid en junio de 1936. Fue alumno de los también científicos católicos García Morente y Zubiri. Ya durante la II República colaboró con Acción Española, Cruz y Raya, Cuadernos de la Facultad de Filosofía y Letras, etc. Sufrió detención y paso por cheka en el Madrid del Frente Popular, de la que consiguió salir, refugiándose en el Liceo Francés, protegido bajo bandera diplomática francesa. De la vida en dicha institución es de lo que Tomás Cuesta habla en el mencionado libro.

Terminada la guerra fue profesor encargado de curso en la Universidad y colaborador del recién fundado Instituto «Luis Vives» de Filosofía, del CSIC, del que llegó a ser vicedirector. En 1942 nació su hijo Juan Miguel Palacios García, profesor titular de filosofía moral de la Universidad Complutense desde 1980. Se doctoró en Filosofía en 1944 por la Universidad de Madrid, con la tesis ‘La doctrina de la Lógica en Juan de Santo Tomás’ (180 hojas, T289), dirigida por el también científico católico Juan Zaragüeta Bengoechea . El 25 de mayo de 1944 ganó por oposición la cátedra de Lógica de la Universidad de Madrid. Se consideró discípulo predilecto del malogrado Ramiro de Maeztu, por cuya influencia religiosa se bautizó y adoptó su segundo nombre, Eulogio. En 1945 ganó el Premio Nacional de Literatura por su libro La prudencia política.

En 1941 colabora en Ecclesia y publica «La formación del intelectual católico» en Escorial. Para Palacios las bases del intelectual católico deben estar en «el latín, la filosofía escolástica y la teología». En 1949 fue miembro adherente extranjero (pero no asistió) al Primer Congreso Nacional de Filosofía, celebrado del 30 de marzo al 9 de abril de 1949 en Mendoza (Argentina). En 1949, 1950 y 1951 dictó cursos semestrales en Quebec, en la Universidad Laval (universidad católica francófona), invitado por el teólogo y filósofo tomista belga, afincado en Canadá, Charles de Koninck (†1965). Fue también vicepresidente de la Sociedad Española de Filosofía. En 1954 ingresó como miembro de número en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y profesor de Instituto Social «León XIII». Falleció en Madrid el 22 de noviembre de 1981.

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