Claves en la hora del relevo del padre Federico Lombardi ? editorial Ecclesia

Claves en la hora del relevo del padre Federico Lombardi – editorial Ecclesia

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Claves en la hora del relevo del padre Federico Lombardi ? editorial Ecclesia

El Boletín diario de información vaticana de la Santa Sede hizo público el lunes 11 de julio el relevo del padre Federico Lombardi como director de la Sala de Prensa. Este relevo entraba dentro de lo previsible y de lo esperado por dos razones. La primera, por la reestructuración en curso de los servicios comunicativos de la Santa Sede, tras la creación hace ahora un año de la Secretaría para la Comunicación y de la misión de esta como servicio o mando unificado y coordinación para estas cuestiones; y la segunda, por la edad de Lombardi (1942).

El relevo de Lombardi ha llegado, además, tras sus sucesivas y previas renuncias a los servicios que prestaba al frente del Centro Televisivo Vaticano y de Radio Vaticana. Todo lo cual certifica la normalidad y naturalidad de este relevo, sin duda, programado y consensuado.

Por otro lado, la fecha elegida para hacer público el relevo, que será efectivo a partir del próximo 1 de agosto, tampoco es sorprendente, pues fue el 11 de julio de 2006 cuando Lombardi sustituyó en este cargo al español Joaquín Navarro Valls, tras 22 fecundos años en el oficio.

Tampoco creemos sorprendente el nombramiento del periodista norteamericano Greg Burke (1959) como su sucesor. Burke, siendo corresponsal en Roma de una televisión de su país, fue llamado en 2012, por Benedicto XVI, a colaborar con la comunicación vaticana a través del cargo, creado "ah hoc", de consultor para la Comunicación de la Secretaría de Estado. Su nombramiento se produjo entonces en medio de la gran crisis y conmoción causadas por la divulgación de casos de pederastia perpetrada por eclesiásticos, y sus buenos oficios pronto empezaron a surtir efectos positivos. Además, en los últimos ocho meses, Burke ha sido el subdirector de la Sala de Prensa de la Santa Sede, que dirigirá desde el 1 de agosto. Por todo ello, su nombramiento viene acompañado de espléndidas cartas credenciales.

Sí podemos considerar como más sorprendente el nombramiento de la periodista española Paloma García Ovejero (1975) como nueva subdirectora. Sin embargo, el extraordinario trabajo que ha realizado en estos últimos cuatro años como corresponsal de la Cadena Cope en Roma y en el Vaticano avala, sin duda alguna, el acierto de la designación. Asimismo, este nombramiento refuerza el equipo que, junto a Burke, los demás profesionales de la Sala de Prensa y la alta dirección de Dario Viganó, prefecto para la Secretaría para la Comunicación, la Santa Sede afrontará a partir de ahora el reto -apasionante, complejo y tan necesario como importante- de transmitir adecuadamente a la opinión pública y a los ciudadanos la información de la Santa Sede.

Expresadas, pues, nuestras buenas vibraciones y sensaciones en relación con Burke y García Ovejero, es deber de justicia también el trazar un reconocimiento público respecto al magnífico trabajo realizado por Federico Lombardi. Cuando en febrero de 2014, la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social, de la CEE, le hizo entrega del Premio BRAVO Especial 2013, el acta del jurado correspondiente destacó "su intenso servicio a la comunicación de la Iglesia y por haber favorecido la cercanía entre la institución eclesial y los medios de comunicación social".

Y es que, en efecto, Lombardi, quien ya con anterioridad a desempeñar el cargo que ahora deja, había prestado un espléndido ministerio en el ámbito comunicación eclesial, no lo ha tenido fácil en estos diez últimos años. Fue, sobre todo, en el final del pontificado de Benedicto XVI cuando el llamado "Vatileaks-1" y el ya citado escándalo de los casos de pederastia irrumpieron con fuerza y hasta con virulencia en los medios de comunicación. Lombardi se empleó entonces a fondo, con paciencia, perseverancia, humildad y veracidad, y los frutos acompañaron sus desvelos. Lombardi pilotó asimismo con destreza la inédita situación vivida en la Iglesia desde el 11 de febrero al 13 de marzo de 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, el cónclave y la elección de Francisco. Y durante los más de tres años de servicios junto al Papa Francisco, el portavoz Lombardi ha sobresalido, de nuevo, por su estilo, su saber estar, su discreción, su bonhomía y su eficacia.

Gracias, pues, al padre Lombardi; nuestros mejores deseos a Greg Burke y a Paloma García Ovejero; y la renovación de nuestro compromiso en pro del mejor servicio eclesial posible desde los Medios de Comunicación.