#EditorialEcclesia: El cuidado y la responsabilidad, sin real decreto
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Mucho hablamos en la Iglesia de la espiritualidad de los cuidados y es el momento de rescatar todo lo reflexionado para ponerlo en práctica. Cuidar significa "proteger", "defender", hacerse cargo. Dios, que crea la vida, también la cuida, especialmente la vida más vulnerable. Es "el Dios todo cuidadoso" que se acerca a cada persona para caminar con ella en sus circunstancias concretas. También el Papa Francisco utiliza constantemente la palabra del cuidado de la "Casa Común", escuchando el grito de la Tierra y de los pobres. En este momento de desescalada el cuidado adquiere un sentido profundo de responsabilidad que contenga la ansiedad por recuperar la vida y el estilo perdido. Este gemido del mundo, sí, nos urge a un cambio de rumbo en la concepción del trabajo y de la economía (LS), pero también a un cambio en nuestras relaciones. La pandemia no ha terminado, simplemente nos está dando una tregua y deja paso a la crisis social en todos los aspectos. Por eso, teniendo en la mente lo que hemos pasado durante estos meses, ahora sin real decreto, es hora del cuidado y la responsabilidad personal, cada uno con su honestidad en las manos velando con humildad y paciencia por el cuidado del otro. Que la urgencia por volver a "la vida normal" no nos haga olvidar que convivimos con una enfermedad contagiosa.