#EditorialEcclesia: Misión y corresponsabilidad

El Papa Francisco ha dado un paso significativo al publicar el motu proprio Spiritus Domini. A partir de ahora los laicos, hombres o mujeres, pueden acceder a los ministerios del Lectorado y del Acolitado tras ser modificado el primer párrafo del cánon 230 del Código de Derecho Canónico. Se trata de reconocer institucionalmente "la preciosa contribución que, desde hace tiempo, muchísimos laicos, también las mujeres, aportan a la vida y a la misión de la Iglesia". Teniendo como horizonte la progresiva renovación del Concilio Vaticano II, y concretando la creatividad pedida en la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica, la Iglesia está en camino de redescubrir la corresponsabilidad de todos los bautizados en la Iglesia, y en particular, la misión de los laicos. El nuevo canon oficializa el servicio del altar y la lectura de las Sagradas Escrituras, dando estabilidad, implicando el reconocimiento público y un mandato del obispo, que hace más efectiva en la Iglesia la participación de todos en la evangelización.