#EditorialEcclesia: ¡Salimos! ¡Adelante!

La Iglesia española está viviendo uno de los procesos más importantes del siglo XXI y es el dejarse guiar por el Espíritu en un camino sinodal promovido por la Conferencia Episcopal y liderado por laicos y laicas comprometidos de nuestras diócesis. Quienes vivieron la segunda etapa del Congreso de Laicos del 14 al 16 de febrero con 2.000 representantes, experimentaron cómo el Espíritu nos sigue empujando a la comunión, al encuentro con Cristo y con las personas. Hombres y mujeres de diferentes sensibilidades, espiritualidades, formación, vocación… dialogaron serenamente sobre los retos y las oportunidades que el Pueblo de Dios tiene por delante en este momento.

Ahora llega la siguiente etapa, el postcongreso, un momento bien importante en el que el fervor y el ánimo recibido en el mismo Congreso debe tomar forma. Como decía el cardenal Blázquez en la Eucaristía de clausura, "estos días hemos culminado una etapa que nos abre a la siguiente en unidad y esperanza. Han sido días de convivencia fraterna y misionera, de encuentro con Dios y con los demás". Por eso, comenzamos una etapa esperanzadora en la que es necesario pedir al Señor la gracia de encarnar su Evangelio con sencillez, teniendo como prioridad primera a los pobres y a quienes sufren. Cada uno desde nuestra vocación particular, haciendo nuestros los mensajes que los mismos laicos han transmitido: "Somos los protagonistas, no actores de reparto", "No somos laicos por defecto, sino por vocación".

Por eso, es el tiempo de continuar el proceso juntos, en comunión, y como decía la ponencia final: "Sigamos adelante. No estamos construyendo para hoy. No estamos trabajando para mañana. Estamos forjando un camino para la eternidad".