¿Por qué la Iglesia presenta cuentas? No es una moda, es un deber

¿Por qué la Iglesia presenta cuentas? No es una moda, es un deber

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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¿Por qué la Iglesia presenta cuentas? No es una moda, es un deber ? editorial Ecclesia

Como muestran las páginas 8 a 11 de ECCLESIA de hoy, el jueves 13 de junio por la tarde, la CEE presentó la Memoria de Actividades de la Iglesia de 2017, el último año con datos definitivos. Fue un acto público celebrado en la Fundación Pablo VI y trasmitido en directo por Internet y redes sociales y después en diferido por TRECE. Obras Misionales Pontificias en España y Ayuda a la Iglesia Necesitada en España lo hicieron los días 18 y 20 de junio; y Manos Unidas se apresta a hacerlo en los próximos días.

Pero, ¿por qué la Iglesia ha de presentar y rendir? ¿Es una moda, una exigencia de lo políticamente correcto? ¿Un imperativo legal? No es un "sacar músculo" y mostrar de cara a la galería y al aplauso lo mucho que se hace y la utilidad que se presta. No es ?ni debe ser, ni siquiera por asomo? un ejercicio de autocomplacencia y de autobombo. Es un imperativo evangélico, es un deber ético y también una obligación estética. Es un servicio evangelizador. Es informar, con verdad y transparencia, de lo que se hace, cómo hace y cómo se financia. Es hacer memoria para agradecer a quienes hacen posible la colaboración de la Iglesia con la sociedad y su ministerio misionero y samaritano ?razón de ser de la Iglesia? y para sellar, todavía con más fuerza, luz y taquígrafos, su inquebrantable compromiso en pro de un mundo más justo y del bien común.

La Memoria de las Actividades de la Iglesia es presentada al Ministerio de Justicia cada año, tras la entrada en vigor de los Acuerdos Iglesia-Estado en lo relativo a la financiación de la Iglesia. Desde 2008, esta memoria se trabaja y presenta de modo progresivamente más pormenorizado y exhaustivo. Además, ya por sexto año consecutivo, es asimismo contrastada, "fiscalizada", por la auditora internacional PwC. Los estudios sobre el impacto económico de la actividad generada por la Iglesia en España son elaborados por empresas de igualmente reconocido prestigio internacional como KPMG o EY. Y todo ello insertado dentro del recientemente renovado acuerdo de colaboración de la CEE con la ONG Transparencia Internacional España.

Presentar, rendir cuentas y hacerlo de modo transparente es asimismo una oportunidad evangelizadora, que no se debe desaprovechar. Porque la verdad nos hace libres y porque la verdad, la luz, es para mostrarla, con humildad, pero también con normalidad y sin complejos.

Presentar, rendir cuentas, es hacer memoria, es agradecer, de corazón, a todas las personas que están detrás de cada página de esta Memoria de Actividades de la Iglesia y contribuyen a sostenerla. Muchos lo hacen con la entrega de su vida, con su trabajo, con su servicio desinteresado como voluntarios, con sus donaciones o con su X en la declaración de la renta, cuyo plazo de presentación concluye el próximo 1 de julio. Una X que es marcada por los ciudadanos como ejercicio de libertad, de democracia, de soberanía, sin ir en contra de nadie, sino a favor de tantos y tantos y millones de personas de España y de cualquier rincón del mundo. Una X que, en cualquier caso, en su conjunto, supone de media una cuarta parte de los ingresos recibidos a través de este sistema de la asignación tributaria.

Presentar, rendir cuentas, es igualmente un ejercicio de responsabilidad y de compromiso. De responsabilidad y de compromiso hacia quienes están detrás de los números, cifras y datos. Y de responsabilidad y de compromiso por seguir prestando el mejor servicio posible. Sabiendo, además, que en la Iglesia todos somos como aquellos siervos del Evangelio y que solo hacemos lo que debemos hacer.