Maltratar la clase de Religión perjudica a la democracia ? editorial Ecclesia
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Maltratar la clase de Religión perjudica a la democracia ? editorial Ecclesia
Con fecha 8 de septiembre, se hizo público que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha estimado la medida cautelar solicitada por las diócesis de la Iglesia en Aragón en relación al currículo de Educación Primaria, suspendiendo a partir del curso 2016-2017 la distribución horaria semanal de la asignatura de Religión prevista por la orden publicada el pasado 12 de agosto por el Gobierno de Aragón. Así, el auto de medidas cautelares permite que se pueda seguir ofertando la materia de Religión con un horario semanal mínimo de 90 minutos.
Para ello, el TSJA obliga a que cada centro destine 45 minutos, en horario escolar, más a esta asignatura. Asimismo, se precisa que la Administración "adoptará de forma inmediata las decisiones necesarias para hacer efectiva la presente medida cautelar, cuidando de que sea conocida por centros, padres y alumnos y, si fuera el caso, otorgando un plazo extraordinario para elegir esta materia si así lo desean".
La Justicia, de este modo, evita la arbitrariedad legal que el Gobierno regional de Aragón estaba dispuesto a llevar a cabo y que habría supuesto a la clase de Religión una merma del 50% de su horario y carga lectiva. Y mientras tanto, nos mantenemos en espera del parecer del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura acerca de un recurso contencioso-administrativo presentado por los obispos de la región también contra la reducción del mismo 50% de las clases de Religión. Ojalá que la sentencia del TSJA cree jurisprudencia y el tema se resuelva con idéntico resultado.
En cualquier caso, la preocupación por el presente y por el futuro de la clase de Religión es evidente. Y lo ha de ser para toda la comunidad educativa, comenzando por los padres de los alumnos, que son los primeros y principales responsables de la educación de sus hijos. Por ello, entendemos que también, por ejemplo, estos recursos citados u otros venideros ?que, sin duda, vendrán- deberían ser asimismo auspiciados y suscritos por asociaciones y colectivos de padres y de profesores. Y es que la clase de Religión ?católica o de la confesión que corresponda? ha de ser vivida igualmente como competencia propia y directa de los padres y de los educadores.
Por otro lado, no deja de sorprender y hasta de indignar, una vez más ?aunque ya estemos curados de espanto al respecto-, la grave desconsideración permanente, cuando no beligerancia y animadversión, con que es tratada la clase de Religión. Y honestamente, no logramos entender sus razones cuando se trata de una asignatura de libre elección y que, por lo tanto, dejaría de impartirse el día en que no fuese libremente solicitada. Por ello, creemos que no deja de ser una, cuando menos, inaceptable falta de respeto el tratamiento que recibe de parte de distintas Administraciones públicas, máxime si tenemos en cuenta que solo la clase de Religión católica es elegida en toda España por cerca del 65% de los alumnos. Algo ?o mucho? está fallando en la sensibilidad democrática de los políticos, ideólogos y gobernantes cuando actúan de este modo. Y ello debe ser corregido.