4º Domingo de Pascua: «Yo soy el buen pastor»
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Escuchar tu voz hoy y escuchar tu voz en este encuentro es llenarse de agradecimiento, de confianza, de abandono y de bienestar por el cuidado amoroso que Tú me das. Tú me dices hoy, Jesús: “Mis ovejas escuchan mi voz”. Eso te pido hoy: que aprenda a escuchar tu voz —primer paso para entrar en tu camino, para sentirme tranquila, para llenarme de confianza, de ilusión y de fuerza—.