Un año de la JMJ 2011 Madrid, a un año de la JMJ 2013 Río
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un año de la JMJ 2011 Madrid, a un año de la JMJ 2013 Río
Una revista como la nuestra no podía por menos, y además gozosamente, que llegadas las fechas, hacer memoria agradecida y esperanzada de uno de los principales acontecimientos vividos en la Iglesia católica en España en las últimas décadas. Nos referimos obviamente a la JMJ 2011 Madrid, de cuya celebración se cumple ahora el primer aniversario. En las páginas 23 a 25 de este número de ECCLESIA, ofrecemos una selección singular de fotografías de aquel paso del Espíritu, de aquella catarata de gracia y de luz. Lo hacemos además desde lo que es auténtica y etimológicamente el recuerdo ?volver a traer al corazón- y desde la interpelación. Y es que lo vivido prodigiosa y providencialmente aquellos días en Madrid y en toda España no forma parte solo del mejor álbum de nuestros -valga la redundancia- mejores recuerdos, sino que en sí mismo estaba y sigue estando cargado de presente y de vocación de futuro.
No cabe duda al respecto que la JMJ 2011 marcó un antes y un después en la pastoral general de nuestra Iglesia y de modo muy particular en la pastoral de juventud. En esa línea, han trabajado durante el ya concluido curso pastoral todas nuestras diócesis e instituciones eclesiales. Y en esa línea, del 1 al 4 de noviembre, la CEE organiza en Valencia un Congreso Nacional de Pastoral Juvenil, bajo el lema "También vosotros daréis testimonio", como ya hemos informando en distintas ocasiones.
Evidentemente que las JMJ no son "todo" y "toda" la pastoral juvenil. Pero evidentemente también sin ellas, sin las JMJ, la pastoral juvenil quedaría desvalida, quedaría privada de su principal reclamo de convocatoria, seguimiento y aceptación, como demuestran las millonarias cifras de participantes y los frutos de los ya más de veinticinco años de Jornadas Mundiales de la Juventud, una maravillosa y providencial intuición de Juan Pablo II, bien secundada y alentada por Benedicto XVI. Con la metáfora del curso de un río gusta precisamente comparar el actual Santo Padre lo que son y significan las JMJ. Uno río que va fecundando con su paso las tierras que visita, un río que regenera las orillas por donde transita y donde hace parada. Un río, un camino, que tiene detrás una historia, que depende de su anterior etapa y que conduce a una nueva. "Del mismo modo ?afirmó Benedicto XVI, tras la JMJ 2008 Sídney y recordó en su llegada a la JMJ 2011 Madrid- que un largo camino precede a las Jornadas mundiales de la juventud, así también de ellas deriva el camino sucesivo".
Y este río y este camino se aprestan ahora ?dentro de un año, concretamente del 23 al 28 de julio- a hacer su parada en la hermosísima y cosmopolita ciudad brasileña de Río de Janeiro. "¡Id, pues, y hace discípulos a los todos los pueblos!" será el lema de la ya vigésimo octava JMJ, la duodécima de carácter internacional, que ya cuenta ?como hemos venido informado- con sedes, catequesis, logo, oración oficial y el 14 de septiembre presentará su himno.
Y a un año vista de la JMJ 2013 Río, Benedicto XVI aprovechó sus saludos tras el rezo del ángelus del pasado domingo 29 de julio para referirse a la Jornada. En este sentido, recordó que "se trata de una preciosa ocasión para tantos jóvenes, de experimentar la alegría y la belleza de pertenecer a la Iglesia y de vivir la fe". El Papa, que mira "con esperanza a este acontecimiento", desea "animar y dar las gracias a los organizadores, en especial a la diócesis de Río de Janeiro, por su compromiso en la preparación diligente y la acogida a los jóvenes que desde todo el mundo tomarán parte en este importante encuentro eclesial".
Evocar la JMJ 2011 Madrid, amén de ser un ejercicio de elemental justicia, es asimismo un acicate en el compromiso de toda la Iglesia con la pastoral juvenil y un modo extraordinario de preparar la próxima JMJ, Río de Janeiro 2013. Como tantas hemos dicho unos y otros, el éxito de una JMJ depende de su preparación espiritual y pastoral. Y en estas hemos de estar ahora desde el recuerdo y la interpelación de la JMJ 2011 Madrid y desde la ilusión, la esperanza, el empeño y la preparación de la JMJ 2013 Río. Son los signos de los tiempos y el soplo del Espíritu quienes lo demandan.