Carmen Palomo: profesora universitaria que rompe el discurso laicista que enfrenta a la Ciencia con la Fe

La madrileña Carmen Palomo Pinel (Madrid, 1980), se licenció en Derecho, demostrando su capacidad científica en Ciencias Jurídicas mediante la defensa de la tesis doctoral ‘La figura del paterfamilias romano en el pensamiento ético, político y jurídico de Lactancio’, que fue galardonada con Premio Extraordinario en Derecho Romano, materia junto con Expresión Jurídica Oral y Escrita de las que es profesora en la universidad CEU San Pablo de Madrid. 

Como romanista es autora de ‘Nec Inmerito Paterfamilias Dicitur. El paterfamilias en el pensamiento de Lactancio’ (Dykinson, 2017) entre otros trabajos de investigación.

Ella habla de su carrera científica del siguiente modo: "Tengo como una de mis principales líneas de investigación las fuentes patrísticas para el conocimiento del derecho romano, prestando especial atención a cómo las estructuras de pensamiento de los juristas clásicos son asimiladas por los primeros escritores cristianos y aplicadas a nuevos contextos. Un ejemplo relacionado directamente con este proyecto es mi estudio de la definición de paterfamilias del derecho romano, utilizada en el ámbito teológico por Lactancio, investigación que fue publicada en forma de monografía bajo el título “Nec inmerito paterfamilias dicitur. El paterfamilias en el pensamiento de Lactancio”. Otra de mis líneas de investigación es la del razonamiento jurídico y la lengua en los juristas romanos, en la que se incardina el proyecto Definitio. Además de realizar esta labor académica, he publicado varios libros de poesía, por los que he obtenido diversos reconocimientos. En mi amor por la palabra escrita confluyen estas dos vocaciones y halla también su sentido el participar en iniciativas tan apasionantes como la Noche Europea de los Investigadores con un taller como este, dedicado a dar a conocer la labor de orfebrería que con la expresión litus maris realizaron los juristas romanos’.

Pues bien, esta carrera científico docente no está reñida con sus creencias católicas, y por obvio que pueda parecer hay que hablar de ello para intentar hacer frente al discurso laicista ideológicamente manipulado que enfrenta continuamente ciencia y fe. En el artículo ‘El profesorado en la Universidad cristiana: retos y propuestas’, del cual es coautora, da cumplida cuenta de lo que piensa y cree, cuando escribe cosas como las siguientes.

"Como profesores de la Universidad San Pablo CEU somos conscientes de que su ideario se fundamenta en la revelación y tradición cristianas, en el Magisterio de la Iglesia Católica y en el propio ideario de la Asociación Católica de Propagandistas… En la persona y enseñanza de Jesucristo encontramos el modelo de existencia individual y comunitaria y la pauta para revisar la autenticidad cristiana de criterios y conductas…dada nuestra condición católica, el compromiso con estos principios no es solo académico sino espiritual… Como dijo Benedicto XVI en su encuentro con jóvenes profesores universitarios en agosto de 2011, la Universidad es “la casa donde se busca la verdad propia de la persona humana”, debiéndose suscitar en los jóvenes “esa sed de verdad que poseen en lo profundo y ese afán de superación”. Ello ha de hacerse con humildad, no atrayendo a los estudiantes a nosotros mismos sino encaminándolos “hacia esa verdad que todos buscamos”… la Universidad debe promover los valores cristianos entre los profesores, ahuyentando competitividades estériles, facilitando lugares de encuentro donde podamos compartir nuestras inquietudes cristianas e intelectuales, promoviendo la relación entre las diferentes Facultades y Escuelas con el servicio de Pastoral y desde el Vicerrectorado de investigación".