Católicos y científicos: José María González Barredo, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Católicos y científicos: José María González Barredo, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Alfonso V. Carrascosa

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Católicos y científicos: José María González Barredo, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

José María González Barredo (1906-1993) se incorporó al Opus Dei el 11 de febrero de 1933. Durante la guerra coincidió con el Fundador del Opus Dei en los refugios de la Clínica del Dr. Suils y en la Legación de Honduras, donde se tuvieron que meter porque los querían matar supuestos demócratas. Catedrático de Universidad, vivió muchos años en los Estados Unidos.

Jose María González Barredo, nacido en el seno de una familia católica, pronto comenzó a plantearse su vocació de cara a Dios. Fue catedrático de Física y Química del Instituto de Linares (Jaén), desarrolló una acreditada labor científica en el Instituto Rockefeller de Madrid donde se doctoró, y obtuvo la Cátedra de Química Física de la Universidad de Zaragoza en abril de 1942. Años más tarde, después de estancias largas en centros de investigación europeos, se trasladó a los Estados Unidos, donde fue profesor de varias Universidades.

José María González Barredo consiguió una beca de investigación para trabajar en los Estados Unidos, tiempo durante el cual estudió las posibilidades de extender las labores apostólicas del Opus Dei del que pasó a formar parte años antes tras establecer relación personal con san Jose María Escrivá de Balaguer. En 1948, el Opus Dei se encontraba ya en Italia, Portugal, Inglaterra, Francia e Irlanda. El 17 de febrero de 1949 el sacerdote don José Luis Múzquiz acompañado de Sal Ferigle, dejaron Madrid rumbo Nueva York alegres, pues llevaban consigo la bendición de san Jose María y un cuadro de la Virgen, que había estado en un Centro del Opus Dei en Burgos durante la Guerra Civil Española y que san Josemaría les había regalado. Poco después abrirían casa en Chicago.

Trabajó en la Harvard University y en la Columbia University, consiguiendo un contrato en el National Bureau of Standards que le permitió desarrollar su verdadera especialidad en fenómenos de velocidades ultrarrápidas. Según nos sigue diciendo Ana Sastre, tuvo relaciones con científicos de la talla de Enrico Fermi, o de Raman, el primer premio Nobel de la India. Tradujo "Camino" al inglés, con un preámbulo escrito por el Cardenal Stritch.

González Barredo es considerado un pionero de la Obra en Estados Unidos, algo que hizo compaginando directamente tal actividad apostólica con su trabajo al más alto nivel académico, sin problema alguno. Fue el cuarto miembro de esta realidad eclesial, realidad tan injustamente criticada y vilipendiada por el pensamiento políticamente correcto aún hoy en día, recién cumplidos sus 90 años de existencia.