Católicos y científicos: José María Plans Freire, por Alfonso V. Carrascosa

Católicos y científicos: José María Plans Freire, por Alfonso V. Carrascosa

Alfonso V. Carrascosa

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José María Plans Freyre (1878-1934) fue un físico y matemático español que estudió en el Colegio del Sagrado Corazón de Barcelona, de los jesuitas, o sea, religión en la escuela. Se licenció en Ciencias Físico-Matemáticas en 1899, y doctoró dos años después, en ambos casos con premio extraordinario. En su necrológica dijo de él FF. Navarro Borrás en 1934: "Plans fué, sobre todo, un maestro, en comunión siempre con Dios?Odió la injusticia ; cultivó la piedad y la Ciencia?".

Obtuvo por oposición en 1905 la cátedra de Física y química del Instituto de Enseñanza Media de Castellón de la Plana, y en 1909 la cátedra de Mecánica Racional de la Universidad de Zaragoza, que había dejado vacante el también científico católico Esteban Terradas, en la que explicó Cosmografía y además Metodología y Crítica Matemática, Matemáticas Especiales para Químicos y cursillos de Cálculo Diferencial Absoluto, Mecánica Relativista, Mecánica Cuántica, Hidrodinámica y Teoría del Potencial. También dio clases de matemáticas en la Escuela Superior del Magisterio y en el Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI), donde explicó Cálculo Infinitesimal, Mecánica Racional, Termodinámica, Hidráulica y Mecánica Elástica. En 1928 el también científico católico Emilio Herrera creó la Escuela Superior de Aerotécnica, donde Plans impartió los cursos de Cálculo Integral, Física Matemática, Teoría de Funciones y Representación Conforme.

Su primer libro fue ?Lecciones de termodinámica? (1913), compendio de unas conferencias. En 1917 obtuvo la cátedra de Mecánica celeste de la Universidad de Madrid e ingresó en el Laboratorio y Seminario Matemático de la Junta para Ampliación de Estudios, dirigido por Julio Rey Pastor desde 1914, como colaborador y director de investigación. Se le considera uno de los principales valedores en España de la teoría de la relatividad, junto con Blas Cabrera y Esteban Terradas, llegando a dirigir trabajos de investigación sobre dicha teoría, entre los que figura la tesis doctoral de Pedro Puig Adam. Otra importante obra suya, premiada por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid en 1921 fue ?Nociones fundamentales de mecánica relativista?, y más tarde ?Nociones de cálculo diferencias absoluto y sus aplicaciones?, donde expuso la base matemática indispensable para abordar la relatividad general. Así Plans y Freyre se convirtió en el principal difusor de las teorías de Einstein en España, y dio además un considerable impulso a las investigaciones sobre dichas teorías. El propio Einstein destacaría en Plans "un arte peregrino de expresar con luminosidad y relieve las deducciones". Contrajo matrimonio y tuvo siete hijos.

Fue miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid (desde 1924), de la Sociedad Española de Física y Química, de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas, Químicas y Naturales de Zaragoza, corresponsal de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona y de la Sociedad Matemática Española, de la Pontificia Academia Romana dei ?Nuovi Lincei?, de la de Ciencias de Lisboa, del Instituto de Coimbra y del ?Circolo Matematico di Palermo?.

Fue Plans Freire quien en 1923, cuando Einstein fue investido doctor honoris causa por la Universidad Central de Madrid, fue elegido por unanimidad para apadrinar dicho acto académico. Considerado por el Cardenal Casañas ?hijo de oraciones?, al nacer tras muchos rezos de sus padres que habían perdido a su única hija de pequeña. Para

Decía de Plans en su discurso de contestación a la toma de posesión como académico D. Luis Octavio de Toledo, de la Real Academia de Ciencias Físico-Naturales: "Poseído de una fe grandiosa, de una fe digna de admiración y respeto que penetraba como luz en su alma y dominaba su inteligencia y fortalecía su corazón, no era, sin embargo, la fe, la única luz que iluminó su espíritu. Su cultura religiosa era proverbial. Credo, sed int elliqere desidero decía, como San Anselmo; y en efecto, pesaba sobre su entendimiento la necesidad de explicarse el universo, la vida, su propia alma, los fundamentos de la moral, el más allá …".