Católicos y científicos: María Monclús, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Católicos y científicos: María Monclús, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Alfonso V. Carrascosa

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Católicos y científicos: María Monclús, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

María Monclús (1922- 2012) compaginó de maravilla lo de ser mujer, esposa y madre con su actividad profesional ( la científica), y con su fe, la católica. Pionera femenina española en investigación genética, desarrolló sus estudios en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), institución fundada por católicos practicantes, colaborando con su esposo, el también científico católico experto en genética Antoni Prevosti en el estudio de las moscas Drosophila.

María Monclús fue becaria de la Sección de Antropobiología de Barcelona del Instituto Bernardino de Sahagún ?misionero franciscano interesado por la etnografía- de Antropología y Etnología creada en 1944, centro dirigido por el también científico católico Santiago Alcobé Fue la primera científica de una familia de médicos. Este matrimonio de naturalistas aficionados al excursionismo inculcaron en sus hijos el amor a la naturaleza y a la ciencia, y con no poco éxito dadas las carreras profesionales que han desarrollado en ámbitos académicos. Todo ello en un ambiente familiar católico que hoy se cuestiona desde ciertas ideologías como enemigo de la libertad, la cultura y la ciencia, pero mediante un discurso carente de base científica a juzgar por los hechos como los comentados en este breve artículo. La naturalidad con que vivieron este conjunto de experiencias incluída la religiosa puede resultar inspiradora para muchos, y resulta un verdadero antídoto contra la mitología laicista tan propia de lo políticamente correcto.

Dice de ella Marta Velasco que"Describió dos especies nuevas y sus investigaciones fueron influyentes para la genética de poblaciones de Drosophila y los estudios sobre evolución en España ?María Monclús Barberá (1920-2012) comenzó su carrera científica en el campo de la antropología física poco después de licenciarse en agosto de 1945 en Ciencias Naturales en la Universidad de Barcelona. En la década de 1950 aprendió las técnicas de estudio de la genética de poblaciones de Drosophila en el Instituto de Hidrobiología Marco Marchi de Pallanza en Pavía (Italia). A partir de aquel momento se dedicó a esa línea de investigación y estudió moscas de la especie Drosophila subobscura que capturaba en el campo con su marido y a veces también con su hija y sus dos hijos. Analizó la variabilidad morfológica de los cuerpos de las moscas y teorizó sobre la influencia del ambiente y la herencia en esa variabilidad. A principios de la década de 1960 publicó la descripción de las especies catalanas de Drosophila, su distribución geográfica y ecológica, y comenzó a ser reconocida como taxónoma dentro y fuera de España. Así lo muestra la correspondencia que mantuvo con otros genetistas: mujeres y hombres que estudiaban y experimentaban con estas moscas. Una década más tarde estudió las especies de las islas Canarias y las de Madeira y describió dos especies nuevas: en 1976 Drosophila guanche Monclús y en 1984, Drosophila madeirensis Monclús. Sus trabajos influyeron en el desarrollo de la genética de poblaciones de Drosophila y los estudios sobre evolución especialmente desde que, en 1978, la especie europea Drosophila subobscura fue encontrada en Puerto Montt, al sur de Chile".

Nada más licenciarse, además de ser becaria en un centro de investigación, empezó a trabajar unos años como profesora de educación secundaria en el colegio confesional católico Reial Monestir de Santa Isabel de Sarrià, lo cual da prueba también de su carácter de católica practicante, algo que se confirma con toda naturalidad y sin alharacas mediante comunicación personal desde el ambiente familiar.