El horror de la eutanasia infantil, por José-Román Flecha (Diario de León, 22-2-2014)
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El horror de la eutanasia infantil, por José-Román Flecha (Diario de León, 22-2-2014)
En su momento se nos anunció que Holanda era el primer país que legalizaba la eutanasia. No era verdad. La eutanasia había sido impuesta por el régimen de Hitler en septiembre de 1939. Es importante recordar quién nos precede en la fila. Holanda ha seguido un ejemplo trágico.
En principio se despenalizó la eutanasia practicada sobre enfermos terminales. El campo se amplió cuando un psiquiatra, traspasando los límites legales, la aplicó sobre un paciente afectado de depresión.
En principio la eutanasia se suele proponer como un acto de piedad. Ulteriormente los pacientes se sienten moralmente obligados a solicitar la muerte para evitar gastos.
Durante algún tiempo, los ancianos holandeses trataban de pasar a Bélgica para evitar este acoso. Con el tiempo Bélgica no ha sido un refugio seguro para ellos.
En esta "cuesta resbaladiza" se había de llegar a la legalización de la eutanasia infantil por parte de Bélgica. Las cautelas señaladas por la ley son simples cortinas para ocultar el drama de la muerte inducida.
Admitido el aborto, Peter Singer no veía dificultad ética para admitir el infanticidio y la eutanasia. Con eso descubrimos que la cultura de la muerte había diseñado fríamente su hoja de ruta.
? Se nos impone una legalización de la eutanasia, pero la ley no puede determinar la bondad ética de la administración de la muerte
? Se ofrece la eutanasia activa como un derecho del paciente terminal incapaz de soportar sus dolores. Pero nunca, como en esta época, hemos sido capaces de controlar el dolor.
? Se alaba la eutanasia activa cuando se produce a petición del paciente. Pero muchos de esos pacientes en realidad no piden la muerte, sino una cercanía afectuosa y compasiva por parte de familiares y sanitarios.
? Se legaliza la eutanasia a petición de un niño. Pero se olvida que al niño no se le admite el derecho a otras muchas opciones más inocentes y menos dramáticas.
? Se defiende la eutanasia como un derecho, nunca vinculante para los que no lo quieran reclamar. Pero sabemos que la libertad para pedir el aborto ha llevado a imponer el aborto.
? Se nos presenta la eutanasia activa como un acto de compasión. Pero se olvida que la verdadera com-pasión no lleva al desentendimiento sino a la cercanía y a la ternura.
? Se anuncia la eutanasia como la única solución para desentenderse de las que el nazismo calificó como "vidas inútiles", según la expresión de Hoche y Binding.
De jóvenes calificábamos como horrenda la costumbre espartana de arrojar desde las rocas del Taigeto a los niños enfermos o discapacitados. Ahora algunos invocan el retorno al paganismo griego como modelo de humanidad y libertad. Al fin, da la cara la verdadera razón de tanta sinrazón. Se propugna el retorno a un paganismo precristiano. Pero se olvidan algunos de sus ingredientes como el infanticidio, la esclavitud y el desprecio a los enfermos incurables, que ya predicaba Platón.
José-Román Flecha Andrés