Jesus amante y amado
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Me basta el ver la cruz que das
abrazo
y el templo de tu cuerpo zaherido,
flagelado, vejado y ofendido
a sentir en mí mismo el latigazo.
Me basta, mi Señor, ese lanzazo
que tu terrena vida la ha concluido
para notar amor que le ha inferido
tu sacrificio a humano en tu regazo.
Bástame, pues, la cruz a estar contigo
en unión de dolor fructificante
sintiendo tu dolor igual conmigo.
Y tu ofrenda total ya es lo bastante
a fundar comunión de Dios a amigo,
sabiendo eres mi Dios, Jesús amante.