A Jesús Nazareno, poema-oración de Francisco Vaquerizo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A Jesús Nazareno, poema-oración de Francisco Vaquerizo
Esa mirada, Jesús,
que viene de tan arriba
y deja caer su gracia
de salvación y de vida
como una lluvia?
Esa boca,
tan seca y estremecida
de haber sorbido las culpas
de nuestra humana malicia?
Esas manos, mi Jesús,
más que atadas, recogidas,
tan delicadas, tan suaves,
tan tiernas, tan compasivas?
Esa Corona, Señor,
esa Corona de Espinas,
porque eres rey de verdad
aunque parezca mentira?
Esos hombros poderosos
de apariencia tan exigua,
capaces de soportar
lo que se les eche encima?
Ese corazón, que late
al ritmo que el Amor dicta,
porque el amor es la esencia
de la cristiana doctrina?
Y esa sangre redentora,
que a todos nos reconcilia?
¡Ay qué dolor tan inmenso
y, a la vez, qué inmensa dicha
ver a Jesús Nazareno
calle abajo, calle arriba.