Migraciones y fe religiosa: artículo de José-Román Flecha Andrés en Diario de León (6-7-2013)
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Migraciones y fe religiosa: artículo de José-Román Flecha Andrés en Diario de León (6-7-2013)
Artículo de José-Román Flecha Andrés publicado en el Diario de León, titulado Migraciones y fe religiosa
Las migraciones interpelan a los creyentes y a las instituciones religiosas. Pero el aspecto religioso es también un desafío para la sociedad secular. Baste aquí mencionar tres instancias implicadas en este fenómeno.
1. Las autoridades políticas y las administraciones públicas de los países de origen no deberían poner obstáculos a la emigración por razones religiosas ni dificultar la vida a las personas hasta obligarlas a emigrar precisamente por causa de su religión. Tampoco las autoridades de los países de acogida deberían seleccionar a los inmigrantes por criterios religiosos. Tal discriminación puede hacerse notoria no sólo en la admisión sino en el acceso de los emigrantes a los servicios sociales.
Es cierto que en ocasiones son precisamente los nativos los que se sienten discriminados ante las facilidades que se prestan a los inmigrantes por pertenecer a otra religión. A veces se olvidan los criterios de justicia y de equidad para ganarse la etiqueta de progresismo o para asegurarse unos cuantos votos en las elecciones políticas.
2. Las instituciones educativas de los países de acogida tienen a veces serios problemas para organizar los estudios que tocan las convicciones religiosas de los inmigrantes.
El conflicto puede surgir ante el contenido de algunas materias docentes, las fiestas religiosas o los días de descanso de unos alumnos y de otros y el celo por retirar del ambiente escolar los signos religiosos.
A cambio, existe el peligro del indiferentismo religioso, cuando se presentan todas las creencias como si fueran equivalentes, olvidando lo específico de cada una.
Con todo, la presencia de alumnos pertenecientes a diversas tradiciones religiosas puede contribuir al enriquecimiento de todos, a la educación de las actitudes de diálogo y tolerancia y a la mayor profundización en los fundamentos religiosos de cada uno.
3. Los medios de comunicación social pueden fomentar el respeto mutuo entre las personas de diferentes religiones. No deberían presentar a los inmigrantes como los causantes casi exclusivos de actos delictivos o vandálicos.
La ridiculización o las burlas a los símbolos religiosos de unos y de otros delatan una actitud de desprecio de la verdadera tolerancia y contradicen la Declaración de Derechos Humanos, promulgada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
A la prensa, la radio y la televisión hay que añadir el cine y la imagen que ofrece de personas de otra cultura y de otra religión. En el momento actual, hay que pensar, además, en las nuevas tecnologías y especialmente en el foro público de internet. También ahí pueden los inmigrantes ver ridiculizadas sus creencias o las prácticas que las acompañan.
Una reflexión profunda sobre las migraciones y sobre la dignidad y los derechos de la persona habrá de contribuir a un mayor entendimiento y respeto de cada uno y una fecunda ocasión para el diálogo interreligioso.
José-Román Flecha Andrés