Nota de la Asociación Española de Abogados Cristianos sobre la sentencia del Tribunal Constitucional acerca del "matrimonio" homosexual

Ante la Sentencia del TC sobre los mal llamados "matrimonios homosexuales" la Asociación Española de Abogados Cristianos quiere manifestar los siguientes puntos:

1.- La interpretación literal del artículo 32 CE evidencia que el matrimonio queda reservado a parejas heterosexuales.

2.- El propio TC en auto 222/1994 innadmitió la equiparación entre matrimonio y convivencia more uxorio de dos personas homosexuales, alegando que la unión entre personas del mismo sexo biológico no es una institución jurídicamente regulada, ni existe un derecho constitucional a su establecimiento.

3.- El TC trata de justificar su decisión indicando que en España existe una total aceptación en el matrimonio entre parejas del mismo sexo, algo que es absolutamente falso, es más, si supuestamente estuviese aceptado no se habría recurrido, no se hubiera presentado una Iniciativa Legislativa Popular con un millón y medio de firmas, ni hubiese habido numerosas y multitudinarias manifestaciones en su contra.

4.- La sentencia del TC olvida que uno de los derechos y deberes inmersos en el matrimonio es el de formar una familia, algo que es por naturaleza imposible para personas del mismo sexo.

5.- Las connotaciones fiscales que el TC no olvida, nos hacen preguntarnos si dos amigos que comparten piso podrían establecerse como matrimonio si fiscalmente para ellos es más ventajoso ¿qué lo impediría? ¿no es esto algo que se daría cobertura por la propia CE y que desnaturaliza el matrimonio?

6.- La sentencia incurre en falsedades tratando de dar por cierto lo que no lo es, retorciendo el significado de matrimonio para adaptarlo no a la realidad, sino a una determinada ideología.

Desde la Asociación Española de Abogados Cristianos afirmamos que el matrimonio es una institución natural y sagrada que siempre estará formada por un hombre y una mujer y orientada a crear una familia, y que nunca será matrimonio cualquier otra realidad, pues la naturaleza y tradición del mismo es independiente de diccionarios y de personas y /o tribunales al servicio de ideologías perversas.