La poesía navideña de santa Teresa de Jesús, por Fidel García Martínez
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La poesía navideña de santa Teresa de Jesús, por Fidel García Martínez
Aunque con menos intensidad y extensión que la obra en prosa, Santa Teresa compuso algunos poemas de gran emoción lírica. No es una poetisa profesional y tampoco se preocupa por cuestiones técnicas como puede ser la rima, el cómputo silábico o el tipo de estrofa y poema.
Pero es autora del algunos poemas nacidas al color poético de la experiencia mística: ella mismo Nos confiesa: "Yo sé de persona, que con no ser poeta, le acaecía hacer de presto coplas muy sentidas, declarando su pena bien, no hechas de su entendimiento" En efecto Santa Teresa es un claro exponente de lo que se conoce como misticismo afectivo fruto de una experiencia sublime, como es caso de San Juan de la Cruz, que une experiencia sublime con la cima la expresión lírica. Las eternas preguntas sobre: ¿el poeta nace o se hace? O ¿inspiración vs técnica? Tienen en Santa Teresa y en san Juan de la Cruz respuestas complementarias no contradictorias
Sus compañeras de viajes fundacionales afirman que la Santa con frecuencia, las entretenía unas veces con sus grandes dotes para la conversación, otras componiendo coplas muy buenas porque las sabía hacer muy bien".
Por eso la poesía teresiana, de la que se conserva muy poca, se suele clasificar: como poesía nacida al calor de una experiencia mística (lírica mística) Ejemplo: /Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero, porque no muero/ O también: Vuestra soy para vos nací / que mandáis hacer de mí/.
Un segundo grupo nacido al calor de las fiestas litúrgicas: especialmente villancicos de Navidad, que tanto se cultivó en el Carmelo desde el tiempo de las Fundaciones Teresianas. Ella dejó como herencia a sus hijas una veneración especial hacia los misterios de la infancia de Jesús: Nacimiento, Adoración de los Sabios de Orientes (Reyes Magos) el Santo Nombre de Jesús. En todos los conventos femeninos viven y han vivido religiosas especialmente dotadas para la lírica navideña. En todos los Carmelos femeninos el titular suele ser San José, como padre legal de Jesús, representado como un niño indefenso y vestido con originales y vestido. En estas fiestas Santa Teresa componía versos que cantaba con sus monjas llevando el rimo con las manos o tocando instrumentos tradicionales como la pandereta o le tambor.
La obra poética de Santa Teresa se ha perdido pero dejó en el Carmelo Femenino una rica tradición poética seguida por sus hijas entre las que destaca San Teresita del Niño Jesús, especialmente dotada para la lírica mística.