¿De qué se defendió Jhon H. Newman? (I), por Fidel García Martínez

¿De qué se defendió Jhon H. Newman? (I), por Fidel García Martínez

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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¿De qué se defendió Jhon H. Newman? (I), por Fidel García Martínez

El beato Newman cuya canonización está próxima, tuvo muy claro el motivo y la razón del porqué se propuso escribir sobre sí mismo: "(?) entre las mil y una denuncias que mi acusador me dirige, me voy a limitar a solo una, porque solo hay una que realmente le importa, defenderse: FALTAR A LA VERDAD".

Por eso afirma: "Hay virtudes como la Fe, Esperanza, Caridad que el mundo no es capaz de juzgar o defender, pero sí es capaz de juzgar la Veracidad. La Humanidad tiene derecho a juzgar la veracidad de un católico, lo mismo que un protestante. Un italiano o un chino. Jamás he puesto en duda que cuando me llegue la hora, la hora de Dios, se alzará mi vengador y el mundo me declarará inocente del cargo de falsedad, aunque tal cosa no suceda en mi vida".

La Apología pro vita sus es la respuesta a 20 años de continuas acusaciones, descalificaciones y mentiras contra su persona directamente, e indirectamente contra los sacerdotes en general y contra la Iglesia Católica, por eso tiene un compromiso. Espera cumplir con un objetivo, hará cuanto este de su parte para estar a la altura y cuando lo haya conseguido se sentirá satisfecho.

Se le ha acusado de romanista, con hábito y cargo protestante; de trabajar para una iglesia (católica) hostil, desde el Estamento oficial inglés, que lo sabía o debería haberlo sabido: además de jesuita conspirador. Resumiendo con su Apología desea ser estrictamente personal y atenerse a los hechos: no expone doctrina católica, no hace más que explicarse a sí mismo; sus opiniones y sus actos. No le gusta que le digan a la cara que es un embustero, o bribón, si admitiera tal acusaciones, no cumpliría con su deber, con su fe y su nombre. Sabe que nada ha hecho para merecer ser insultado y se logra probarlo como espera, no tiene por qué preocuparse de las molestias que se derivan de este intento de su APOLOGÍA PRO VITA SUA.

Fidel García Martínez