Sara Lumbreras
Científica católica española, estimulante ejemplo de que esos tres aspectos de la vida de una mujer no son incompatibles, si no pueden llegar a ser tenidos como sinérgicos
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Con Sara Lumbreras nos encontramos ante un caso más de mujer que, habiendo demostrado su capacidad de hacer investigación científica generadora de conocimiento original mediante la presentación de su tesis doctoral, no es esa en la actualidad su actividad fundamental pero se mantiene en un puesto al más alto nivel académico ya que es profesora titular en la Escuela de Ingeniería en el Instituto Católico de Artes Industriales de la Universidad Pontificia Comillas, institución católica confesional. Es autora de más de cincuenta publicaciones académicas y ha dirigido o participado en más de una veintena de proyectos con empresas privadas e instituciones públicas. Su investigación se centra en el desarrollo y la aplicación de técnicas de apoyo a la decisión en problemas complejos. Desarrolla además una línea de investigación en filosofía de la tecnología y las implicaciones de la inteligencia artificial en antropología.
La doctora en Ingeniería Industrial Sara Lumbreras, actualmente es subdirectora de Resultados de Investigación en el Instituto de Investigación Tecnológica y co-directora junto a Jaime Tatay de la Cátedra Hana y Francisco José Ayala de Ciencia, Tecnología y Religión de la Universidad Pontificia Comillas, calificó la declaración oficial de la Iglesia Católica sobre la Inteligencia artificial, la firma de la Llamada de Roma, como algo «no solo útil, sino muy útil, porque empieza a visibilizar los problemas». La profesora incide en que establecer unos principios éticos permitirá después desarrollar guías o reglamentos concretos a través de los cuales se puedan auditar los algoritmos.
Lumbreras celebró algunas novedades que introdujo el documento vaticano, como -por ejemplo- que mencione explícitamente que debe estar claro que cuando nos relacionemos con una IA no estamos interaccionando con una persona real, algo que preocupa especialmente a la vista de casos como el chatbot chino de Microsoft XiaoIce, que se muestra con el avatar de una chica adolescente. Lumbreras también lamentó que haya quien diga preferir esta «novia virtual» a una relación real, y propuso algunas propuestas frente a nuestra tendencia a humanizar a estos asistentes virtuales, como prohibir que las IAs lleven nombres humanos –que, además, casi siempre son de mujer– o asegurar que su voz sea claramente distinta a la de un humano. La investigadora también ha agradecido el énfasis con el que la Llamada de Roma advierte de los riesgos del condicionamiento algorítmico. «Cuando delegamos nuestras decisiones en algoritmos, renunciamos voluntariamente a una parte de nuestra libertad a cambio de eficiencia y comodidad», previene Lumbreras, quien celebra, además, que el texto destaque el valor de la transparencia –frente a desastres como la reciente polémica con el algoritmo de las autoridades tributarias holandesas– o que recuerde el impacto medioambiental del desarrollo de la IA, en línea con la encíclica Laudato Si. En un sentido trascendental, la pregunta por lo humano –señala Lumbreras– remite a la pregunta por la Imago Dei: ¿en qué sentido el hombre es «imagen de Dios»? «San Agustín y Santo Tomás dirían que es lo específicamente humano es la racionalidad, pero hoy –reflexiona la profesora– podríamos decir que hemos superado esa visión en favor de otros aspectos, como la libertad, la creatividad o la capacidad para formar relaciones, con el otro y con Dios». Y concluye: «La IA está aún fuera de estas cuestiones».
La Dra. Lumbreras intervino el el I Congreso de la Sociedad de Científicos Católicos de España celebrado del 15 al 17 de septiembre de 2022 en la sede del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra y financiado parcialmente por la Fundación John Templeton con la ponencia ‘¿Qué podemos aprender del transhumanismo? ‘.