Yolanda Moratilla: ingeniera de la Asociación de Profesores Católicos que concilia ciencia y fe
La profesora estudió Ingeniería Industrial en ICAI, obteniendo el doctorado por la Universidad Pontificia Comillas en 2000
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Sigue existiendo una gran ignorancia sobre la conciliación ciencia-fe católica en personas concretas, y no digamos si además son mujeres. Tan es así que muchos creen que sólo hay mujeres científicas fuera de la Iglesia. El caso de Yolanda Moratilla es otro más que desmiente tal circunstancia. Ahora es Profesor Propio Adjunto de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Instituto Católico de Artes Industriales (ICAI) en el Departamento de Ingeniería Mecánica.
La profesora Yolanda Moratilla estudió Ingeniería Industrial en ICAI (1993), obteniendo el doctorado por la Universidad Pontificia Comillas -universidad católica- en 2000. Tras unos años de trabajo en la ingeniería Técnicas Reunidas, que compatibilizó con la docencia a tiempo parcial en ICAI, pasó a incorporarse como profesora a dedicación exclusiva en ICAI. Actualmente imparte Termodinámica e Ingeniería Energética, centrándose su experiencia docente en el área de Máquinas y Motores Térmicos. Es Presidenta del Comité de Energía y Recursos Naturales del Instituto de la Ingeniería de España. Es Académica de número en la Real Academia de Doctores de España. Dirige la Cátedra Rafael Mariño de Nuevas Tecnologías Energéticas de Comillas.
En 2007 -Año de la Ciencia- surgió en Madrid el grupo PROFESORES UNIVERSITARIOS CATÓLICOS, interuniversitario e interdisciplinar, siendo Yolanda Moratilla su primera coordinadora. Desde sus inicios en 2007 se marcó como uno de sus principales objetivos el poder ofrecer a la jerarquía eclesial “una respuesta global, coherente y organizada” en el mundo universitario e “informar a la sociedad española desde el punto de vista del universitario católico…seguros de que nuestra misión sólo cobra sentido cuando se abre a la búsqueda de la verdad”, dijo Moratilla en una entrevista, que la iniciarse la andadura inspirada por el Cardenal Rouco, era miembro del equipo de Pastoral de la Universidad Pontificia de Comillas. En los preliminares en 2006 contaba Moratilla que se entrevió “la necesidad de encontrar un espacio de reflexión en el que los profesores universitarios católicos pudiesen compartir los quehaceres, inquietudes y cuestiones que se plantean en el ejercicio de nuestra profesión…conscientes de que nuestras universidades padecen las consecuencias de un clima de incertidumbre en la orientación intelectual de profesores y alumnos, proponemos la creación de un foro interdisciplinar”.
El grupo surgió al amparo de la Delegación de Pastoral Universitaria de la Diócesis de Madrid , y se crearon cuatro comités: científico-técnico; filosófico-teológico; sanitario; y social, con la pretensión de poder llegar a elaborar informes internos (para el grupo) o externos (entidades de la Iglesia o medios de comunicación), crear o impulsar estados de opinión en los miembros del grupo o en la sociedad en general, preparar la asistencia de miembros del grupo o ajenos a eventos de medios de comunicación en los que se requiera una opinión profesional católica, organizar actos (reuniones, seminarios, congresos, programas,…) internos o externos con propósitos similares (estados de opinión, información, formación) siempre al servicio de la diócesis. En cuanto a las personas participantes, se buscó que las hubiera de todos los perfiles, más o menos la mitad son docentes de ciencias y la otra mitad de letras, y de todas las sensibilidades que participan en la Iglesia, incluidos quienes no pertenecieran a ninguno.
Yolanda fue la primera mujer en ingresar en la sección de ingeniería de la Real Academia de Doctores de España, tomando posesión de la medalla número 118, siendo ya entonces Directora de la Cátedra Rafael Mariño de Nuevas Tecnologías Energéticas, de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE, y presidenta del Comité de Energía y Recursos Naturales, del Instituto de la Ingeniería de España. En su discurso de respuesta, el doctor Luis Alberto Petit Herrera, miembro también de la Sección de Ingeniería, destacó que la recién ingresada "pertenece a ese grupo selecto de ingenieros que antes de cumplir con su vocación docente e investigadora en el campo de la energía y los recursos naturales, abandonó las aulas para palpar lo que es nuestra vida cuando ejercemos nuestra labor en una empresa, en este caso de ingeniera, donde intervino en 18 proyectos en relación con la industria petroquímica y la metalurgia". "Su componente humanística -agregó- se manifiesta por sus valores como la integridad y el altruismo, como corresponde a su licenciatura en Estudios Eclesiásticos. En el marco de la enseñanza, tan característico del doctorado, es reconocida por su pedagogía y por su dedicación a la innovación que comprende las tecnologías capaces de transformar el conocimiento científico en valor añadido. Y no menos importante es su tercera dimensión como gestora, algo no siempre explícito en el cuerpo doctoral, al presidir uno de los comités del Instituto de la Ingeniería de España".