Una voz tronante atribuida a Yahvé proclama que Jesús es su Hijo
El insólito hecho ocurrió mientras era bautizado por Juan en el río Jordán. Ofrecemos a continuación más averiguaciones sobre el carpintero de Nazaret
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Atónitos ante la curación de numerosos enfermos en Cafarnaún, muchos judíos se preguntan quién es ese Jesús que hacía tales milagros. Apenas se sabe que es un carpintero llegado de Nazaret, hijo de José, que había fallecido hacía años pero que era muy recordado por su bondad y los favores que hacía a los necesitados. De modo que he dejado a Jesús y su comitiva, que acaban de emprender una serie de visitas en torno al lago Tiberíades, para dirigirme a su pueblo natal, en Galilea, a ver qué podía averiguar.
He ido directamente a la sinagoga del barrio donde José había tenido su taller de carpintería, convencido de allí tenía que ser conocido su hijo Jesús. Uno de los rabinos más ancianos, encargado de custodiar el templo, me contó que algún tiempo atrás, cuando Jesús aún vivía en el poblado, desapareció repentinamente. "Fue encontrado semanas después en Judea, a orillas del rio Jordán, donde un hombre llamado Juan, vestido con una piel de camello y al que muchos consideraban un profeta, se dedicaba a bautizar con agua a las gentes".
Me añadió el rabino que Juan había permanecido durante largos años en el cercano desierto de Judea, hasta que apareció ante la gente para predicar que estaba al llegar el Reino de Dios y que era necesario arrepentirse de los pecados. He podido averiguar que la madre de Juan era prima de María, la madre de Jesús, y que había concebido a su hijo cuando era ya bastante mayor y estéril, algo ignominioso para los judíos. Pero vuelvo al relato del viejo rabino. Me dijo que entre los hombres que esperaban su turno para ser bautizados, estaba el propio Jesús, según se supo después de boca de un tal Andrés, un pescador que esos días ayudaba a Juan en la tarea y que se convirtió en seguidor de Jesús a partir de ese día.
"Cuando le llegó su turno,-continuó mi interlocutor- Jesús se adentró en el agua hasta donde estaba Juan y, ante el asombro de los presentes, el bautista se quedó como paralizado mientras se escuchaba una fuerte y profunda voz que parecía llegar desde el cielo y que decía "Este es mi Hijo, muy amado, en quien tengo mi complacencia". mientras una paloma se posaba sobre la cabeza. Juan lo bautizó. no sin decirle antes que era ´rl mismo quien debía ser bautizado por Jesús, que no hizo ningún comentario. Seguidamente, mientras Jesús se retiraba, Juan se dirigió entonnces a la gente para decirle quien acaba de bautizar es el "Cordero de Dios" que viene a quitar los pecados del mundo, es decir, el esperado Mesías. Todo esto se ha sabido gracias al pescador Andrés, que dejó al Bautista y se fue tras Jesús en compañía de un joven amigo suyo, también llamado Juan".
Tengo que averiguar qué es eso de "Cordero de Dios", pero ahora me urde contar que cuando terminó su relato, el viejo rabino me preguntó si quería saber quién era ese Mesías, el Ungido esperado desde hace siglos. Ante mi respuesta afirmativa, me invitó a leer algunas de las Escrituras sagradas que se guardan celosamente en la propia sinagoga. Así que me ha puesto a estudiar los rollos de papiro y algunos de piel, donde están escritas las antiguas profecías de los padres de Israel y que yo desconocía por completo como desconozco las costumbres y las creencias de los judíos. Y he podido comprobar que, en efecto, uno de los grandes profetas de la antigüedad llamado Isaías, que vivió hace ocho o nueve siglos, anunció a su pueblo que una virgen daría a luz un hijo que sería llamado Hijo de Dios..
En aquélla época se decía que el mismo Yahvé hablaba con algunos hombres que escogía a propósito entre los más piadosos, para recordar al pueblo la vieja alianza anunciada al patriarca Abraham, renovar la esperanza en la venida de un Salvador y la obligación de mantenerse fiel a Dios. También advertían del castigo que les esperaba si no cumplían sus mandamientos, anunciados por Moisés hace más de 1.500 años. Todo esto me está llevando a conocer más a fondo la historia del mismo Israel, donde han ocurrido todos estos sucesos y que hoy es una provincia del Imperio Romano con el nombre de Palestina.
Aunque presiento que me espera una larga tarea, no me importa porque ya estoy obligado a saber qué y quién es este misterioso "Mesías" que he conocido cuando curaba enfermos en Cafarnaún, y que tantas veces ha sido anunciado siglos atrás por los antiguos profetas...