La enseñanza que extraemos del Evangelio de este domingo: "Jesús quiere a su lado gente sencilla"

El periodista y sacerdote Josetxo Vera nos da las claves en 'Chateando con Dios' del Evangelio de este domingo, 5 de julio

Josetxo Vera

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Como nos gustaría acercanos al corazón de Jesús y contemplar la relación que tiene con el Padre. La hemos intuido en el Evangelio en multitud de ocasiones, cuando el Señor se queda toda la noche a orar, a hablar con el Padre para elegir a los Apóstoles. El Señor que pasa su última noche en Getsemaní en oración ante Dios, pidiéndole que le ayude.

En el Evangelio de este domingo, el Señor desvela cual es la relación con el Padre. Empieza asi: “Te doy gracias Padre, porque enseñas estas cosas a la gente sencilla y se la ocultas a los sabios y entendidos”. Es el agradecimiento de Jesús por el cuidado que el Padre tiene hacia los sencillos, por lo cercano que se manifiesta a la gente humilde. Es un estilo también de Jesucristo. De los pocos enfados que tiene Jesús es cuando los discípulos les pide a los niños que se alejen del Maestro. El Señor se enfada y dice “dejad que los niños se acerquen a mí”. La relación que Jesús nos propone a nosotros para tener con el Padre es una relación de niños. “Solo el que se hace como un niño entrará en el Reino de los Cielos”. Es el esfuerzo que tenemos que hacer en nuestra alma para ser sencillos y Dios se nos revele. Cuando nos hacemos complicados, nuestra alma se hace incapaz de Dios.

Podemos preguntarnos y examinarnos nosotros mismos preguntándonos... ¿cómo conozco a Dios y cuánto le conozco? Eso te da medida de lo compleja que es tu alma. El Señor quiere a su lado gente sencilla.

Luego el Señor nos hace una enseñanza en el Evangelio del domingo muy propia de este tiempo, adecuada para el final de curso, en el que la gente vive cansada y agobiada antes de marcharse de vacaciones. Y el Señor dice “venid a mi los que estáis cansados y agobiados". Podemos pensar que con estas palabras de Jesús ya nos dejará en paz el corazón, pero no, nos pide “cargad con mi yugo”. Nos damos cuenta de que cuando llevamos su yugo, la carga es suave y lijera. Tener relación con Cristo oxigena nuestra alma, nos da libertad, nos permite trabajar en la tierra poniendo los ojos en los demás para que también salga adelante. Esto es lo que implica llevar la carga del yugo.

El Señor nos dice que debemos vivir con sencillez y llevar su carga en nuestro corazón, que es ser miembro de la Iglesia. Jesuscristo nos ha mostrado quien es el Padre, nos enseña quien es Dios todopoderoso. Un dios compasivo, misericordioso, fiel...