La Parábola de los dos hijos: ¿cuáles son las obras que hablan de mi vida cristiana?

El periodista y sacerdote Josetxo Vera nos da las claves en 'Chateando con Dios' del Evangelio de este domingo, 27 de septiembre

Josetxo Vera

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La sabiduría que tenemos nosotros y que tenemos en la cabeza a veces tiene un origen mucho más amplio de lo que nosotros creemos. Arrastramos una sabiduría secular en casi todo lo que sabemos.

Hoy me gustaría hacer un ejemplo con una frase que seguramente hemos oído muchas veces: “La palabra convence, el ejemplo arrastra”. Sentimos el convencimiento por las palabras, pero cuando vemos un ejemplo de vida nos mueve nuestras propias convicciones.

Esta frase nos la encontramos de otro modo, hace unas décadas, en un documento de San Pablo VI que escribe el Evangelii Nuntiandi y allí dice una frase: “El hombre contemporáneo está mas necesitado de testigos que de maestros, y hará caso a los maestros en la medida en que sean testigos”. Esta frase, que se dice muchas veces en ambientes eclesiales, tiene mucho sentido.

Los maestros son necesarios, pero si queremos que la gente pase a la acción necesitamos testigos, gente que pone en marcha los proyectos que los maestros han enseñado. Fijaos, parece que San Francisco de Asís decía muchas veces esta frase: “Predica en todo momento y si es necesario utiliza la palabra”. El ejemplo mas eficaz para convencer de la vida cristiana no es una buena palabrería sino un buen testimonio de vida.

El Evangelio de este domingo vuelve a decir lo mismo. Cuenta que se dirige el Señor a unos sacerdotes y les hace una pregunta de sabiduría: “¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?”.

Los sacerdotes les dicen que actuó bien el que fue a la viña, aunque sus palabras al principio habían sido negativas pero al final fue. Las obras son las firmas de las palabras. Es la reflexión que nos pide el Señor para este domingo. ¿Qué obras hacen visible tus palabras? También en el Antiguo Testamento nos encontramos con una expresión similar: “La fe sin obras es una fe muerta”.

Es el día para analizar cuáles son las obras que hablan de mi vida cristiana. ¿Dónde se hace visible que soy cristiano? Es una batalla constante hacer visible en mis obras mi fe.

Luego el Señor les dice que “los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios”. Él explica que ellas escucharon y cambiaron de vida, y nosotros hemos escuchado y no cambiamos de vida. Es una palabra fuerte la del Evangelio de este domingo que nos debe ayudar a cambiar de vida.