El gran mensaje del segundo domingo de Adviento: "Preparad el camino del Señor"

El periodista y sacerdote Josetxo Vera explica en 'Chateando con Dios' las claves del Evangelio de este domingo, 6 de diciembre

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Josetxo Vera

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Hay un personaje importante en el Nuevo y en el Antiguo Testamento y es Juan el Bautista. Un personaje que está al final del Antiguo y al principio del Nuevo, es el gozne de este gran libro que es la Biblia. Juan el Bautista es el último de los profetas que anuncia que está cerca el Mesías, el gran Salvador del Mundo y será también el primero que señala a Jesucristo: “Este es el cordero de Dios”.

Este personaje es el protagonista de este segundo domingo del tiempo de Adviento. Desde el domingo pasado nos estamos preparando para el nacimiento de Jesucristo con cuatro domingos que preparan nuestro corazón para encontrarnos con Dios. Comienza el Evangelio de este domingo con una expresión muy educativa: “Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”.

La primera enseñanza de este Evangelio es empezar con lo más importante: cuando tratamos con Jesús tratamos con el Hijo de Dios. Después de hacer esta afirmación el Evangelio cuenta una profecía de Isaías que decía: “Yo envío mi mensajero” y a continuación sale la figura de Juan el Bautista que va diciendo “preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”. Y este es el gran mensaje del segundo domingo de Adviento.

¿Hacia dónde va el Señor? ¿Cuál es su misión? Tiene una misión externa, que es morir y resucitar para salvarnos del pecado y de la muerte y una misión interna, dentro del corazón de cada uno de nosotros. Por eso cuando dice Juan el Bautista de preparar el camino del Señor, nos está diciendo a cada uno de nosotros: haced un camino al Señor que llegue hasta vuestro corazón.

Por tanto, nos está diciendo el sentido de este tiempo de Adviento, "preparad un camino al Señor". Y para eso Juan el Bautista propone que preparemos un camino bueno para que el Señor pueda caminar hacia nosotros. ¿Qué dificultades hay que impiden a Jesucristo llegar hasta nosotros? ¿Qué es lo que tenemos que remover o completar en nuestros corazones? Tenemos que pedir al Señor que aumente en nosotros la fe, la esperanza, la caridad.

Y también hay estorbos que tenemos que quitar del camino que tiene el Señor. Dice el Evangelio que Juan el Bautista hacia que la gente se bautizara y se convirtiera. Nosotros ya hemos sido bautizados, no sólo con el agua sino también con el Espíritu Santo. Nuestra vida cristiana ya es real y ahora nos queda la conversión, un esfuerzo constante durante toda nuestra vida.

Vamos a intentar, en esta segunda semana del tiempo de Adviento, a la hora de mirar nuestro corazón, descubrir en qué tenemos que convertir y cambiar de vida. El Señor nos ayudará a cambiar y rellenará los agujeros de nuestro corazón.