Las palabras de Jesús a Simón Pedro: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia"
En 'Chateando con Dios', el periodista y sacerdote Josetxo Vera te da las claves del Evangelio de este domingo
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Una pregunta recurrente que nos hacen a los sacerdotes cuando estamos en las catequesis con los niños es, ¿y tú como le oyes hablar a Dios? Es fácil hablarle a Dios, basta con tener fe y el Señor me está escuchando, pero no es tan fácil escuchar la Palabra de Dios.
La respuesta es justo eso: la Palabra de Dios. Con el Nuevo Testamento tenemos las palabras de Jesús para la gente de su tiempo y para toda la humanidad de todos los tiempos. Si queremos hacer oración y escuchar lo que Dios me quiere decir tenemos que acudir al Nuevo Testamento, que está lleno de anécdotas, imágenes que son muy actuales para nuestra vida.
Este domingo escuchamos en el Evangelio un pasaje de la vida de Jesús muy interesante que nos puede ayudar a nuestra oración en dos cosas muy concretas. El pasaje del Evangelio es Jesucristo que está con los apóstoles y les lanza una pregunta que acaba siendo una pregunta también para nosotros: ¿Quién dice la gente que soy yo?
Los apóstoles le contestan que unos dicen que es Juan el Bautista, otros Elías, Jeremías…es muy importante darse cuenta de la concepción que tenia la gente de su tiempo de quien era Jesús, alguien muy grande. Y el Señor termina esta parte del Evangelio preguntándoles: "¿Y vosotros quien decís que soy yo?"
Es un punto fundamental para nuestra oración y reflexión en este día porque es la pregunta básica para todo cristiano. En función de la respuesta que demos estará nuestra forma de vida. Si decimos que Jesucristo es Dios, el Verbo de Dios, mi vida cambia totalmente. Y es curioso como hay mucha gente que responde a esa pregunta de un modo y vive de otro.
La respuesta de Simón Pedro es radical: “Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Esta respuesta de Pedro suscita en el Señor una gran respuesta y es decirle a Pedro quien va a ser él. Y esto nos pasa a Simón Pedro y nos pasa a todos. A él le encarga una misión esencial: “Tú serás la piedra de mi Iglesia, la piedra angular, lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.”. Jesús le confía a Simón Pedro la gran misión de ser el cabeza de la Iglesia. Se lo confía así a Simón Pedro y esto se lo hará patente después de la Resurrección cuando le dice: “Pedro apacienta mis ovejas”.
Esta es la otra gran cuestión: Simón Pedro es llamado a ser la cabeza de la Iglesia y, a partir de ese momento, sus sucesores serán cabeza de la Iglesia aquí en la tierra. Para nosotros este puede ser otro punto de oración en este momento: “¿Quién es el Papa para mí? ¿Cuánto marca mi vida lo que él dice?” No hay Iglesia sin el Papa que ha sido llamado por Dios para una misión muy grande y necesitado de nuestra oración que él insiste en cada encuentro. Vamos a cumplir con esa petición del Papa Francisco, vamos a estar cerca de él afectivamente pero también leyendo lo que nos dice, mirando lo que él nos habla, acompañándole con nuestra cercanía y nuestro testimonio.