Mi vocación es un regalo permanente
Escuchamos a la Hermana Amparo, esclava de Cristo Rey en este espacio.
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Hermana Amparo:
Ingresé en la Congregación el 13 de enero, o sea que dieciocho y una semana más o menos. Teníamos la vida más o menos hecha y es que hay una especie de insatisfacción dentro de la satisfacción que no te termina de llenar, o sea que quieres algo más. Algo que te haga pues yo creo que al final es amar siempre y amar todo. Pues bueno, pues tomas una decisión, un camino muy largo. Tampoco esperaba estar en un colegio y es un regalo permanente.