Montserrat, la virgen negra a la que todo catalán se encomienda

La Virgen de Montserrat, conocida popularmente como La Moreneta, es la patrona de Cataluña. Su nombre deriva del francés y significa “Monte aserrado”. Y es que el Monasterio de Montserrat se encuentra enclavado en un paraje de gran belleza natural, de picachos y rocas, en la Cataluña central, pero a tan solo unos 60 km de Barcelona.

Fue el Papa León XIII quien declaró a la Virgen de Montserrat como patrona de Cataluña. Su festividad tiene lugar el 27 de abril. La imagen representa a la Virgen con el niño Jesús en su regazo y con la actitud de bendecir a cuantos se le acerquen. Se trata de una talla románica del siglo XII, hecha de madera, y que no llega al metro de altura (95 centímetros).

¿Por qué es negra la Moreneta?

La imagen es dorada, salvo en la cara y las manos de María y del niño. Estos son de color negro, lo cual dio lugar al apelativo popular de La Moreneta. Se cree que originariamente la talla era blanca, pero que fue el humo de los cirios el responsable de que se oscureciera.

La Moreneta es la virgen a la que todo catalán se encomienda cuando busca que una dificultad tenga un desenlace satisfactorio. Una de las promesas más recurrentes que se le hacen es ir a visitarla, ya sea en vehículo, a pie, descalzo o incluso de rodillas, para agradecerle que las cosas hayan salido bien. Asimismo, el Monasterio de Montserrat constituye uno de los grandes atractivos turísticos de Cataluña. En los últimos años ha recibido hasta dos millones y medio de visitantes anuales.

El himno de la Virgen de Montserrat es El Virolai y, durante la dictadura franquista, se convirtió en un emblema del catalanismo. Ante la prohibición de cantar 'Els Segadors', el himno oficial de Cataluña, era costumbre entonar este canto a la Moreneta en las celebraciones. Esta es su letra:

Rosa d’abril, Morena de la serra,

de Montserrat estel:

il·lumineu la catalana terra,

guieu-nos cap al Cel.

Amb serra d’or els angelets serraren

eixos turons per fer-vos un palau.

Reina del Cel que els Serafins baixaren,

deu-nos abric dins vostre mantell blau.

Alba naixent d’estrelles coronada,

Ciutat de Déu que somnià David,

a vostres peus la lluna s’és posada,

el sol sos raigs vos dóna per vestit.

Dels catalans sempre sereu Princesa,

dels espanyols Estrella d’Orient,

sigueu pels bons pilar de fortalesa,

pels pecadors el port de salvament.

Doneu consol a qui la pàtria enyora

sens veure mai els cims de Montserrat;

en terra i mar oïu a qui us implora,

torneu a Déu els cors que l’han deixat.

Mística Font de l’aigua de la vida,

rageu del Cel al cor de mon país;

dons i virtuts deixeu-li per florida;

feu-ne, si us plau, el vostre paradís.

Ditxosos ulls, Maria, els que us vegen!

ditxós el cor que s’obri a vostra llum!

Roser del Cel, que els serafins voltegen,

a ma oració doneu vostre perfum.

Cedre gentil, del Líbano corona,

Arbre d’encens, Palmera de Sion,

el fruit sagrat que vostre amor ens dóna

és Jesucrist, el Redemptor del món.

Amb vostre nom comença nostra història

i és Montserrat el nostre Sinaí:

sien per tots l’escala de la glòria

eixos penyals coberts de romaní.

Rosa d’abril, Morena de la serra,

de Montserrat estel:

il·lumineu la catalana terra,

guieu-nos cap al Cel.

TRADUCCIÓN:

Rosa de abril, Morena de la sierra,

de Montserrat estrella:

ilumine la catalana tierra,

guíenos hacia el Cielo.

Con sierra de oro los angelitos serraron

esas colinas para hacerle un palacio.

Reina del Cielo que los Serafinos bajaron,

denos abrigo dentro de su manto azul.

Alba naciente de estrellas coronada,

Ciudad de Dios que soñó David,

a sus pies la luna se es puesta,

el sol sus rayos le da por vestido.

De los catalanes siempre será Princesa,

de los españoles Estrella de Oriente,

sea para los buenos pilar de fortaleza,

para los pecadores el puerto de salvamento.

Dé consuelo a quien la patria añora

sin ver nunca las cimas de Montserrat;

en tierra y mar oiga a quien le implora,

devuelva a Dios los corazones que le han dejado.

Mística Fuente del agua de la vida,

mane del Cielo al corazón de mi país;

dones y virtudes déjele por florida;

haga, por favor, su paraíso.

¡Dichosos ojos, María, los que la vean!

¡Dichoso el corazón que se abra a su luz!

Rosario del Cielo, que los serafinos voltean,

a mi oración dé su perfume.

Cedro gentil, del Líbano corona,

Árbol de incienso, Palmera de Sion,

el fruto sagrado que su amor nos da

es Jesucristo, el Redentor del mundo.

Con su nombre empieza nuestra historia

y es Montserrat nuestro Sinaí:

sean para todos la escalera de la gloria

esos peñascos cubiertos de romero.

Rosa de abril, Morena de la sierra,

de Montserrat estrella:

ilumine la catalana tierra,

guíenos hacia el Cielo.