Virgen de la Fuensanta, patrona de Murcia

El Santuario que da nombre a la protectora de los murcianos alberga a la virgen entre dudas de si podrá bajar este año

Video thumbnail
00:00

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Con un origen que se remonta hasta el siglo XV, la Virgen de la Fuensanta recibe su nombre del Santuario que la alberga, el Santuario de la Fuensanta. Un título que proviene de la fuente que manaba a sus pies y cuyas aguas, decían los habitantes de la zona, tenía propiedades curativas especiales. A pesar de su imagen icónica, hay que destacar que, en un origen, no tenía el niño en sus brazos.

Al principio era una imagen de la Encarnación. Fue a lo largo del siglo XVI cuando se creyó conveniente ponerle el Niño en los brazos. El Santuario y la imagen de Nuestra Señora de la Fuensanta, desde tiempo inmemorial, están bajo el cuidado y patronato del Cabildo Catedral de Murcia, que periódicamente ha venido nombrando Comisarios que lo atienden y cuidan.

Un año peculiar sin bajada de la Virgen

La Virgen de la Fuensanta realiza dos bajadas desde el Santuario hasta la Catedral de Murcia a lo largo del año. La primera de ellas tiene lugar el jueves de la primera semana de Cuaresma con motivo del aniversario de la Coronación, que tuvo lugar el 24 de abril de 1927. Allí permanece en la Catedral hasta el martes de la tercera semana de Pascua.

La segunda bajada, que este año alberga dudas con motivo de las medidas de prevención para frenar el COVID-19, solía tener lugar el jueves anterior al domingo de la semana del 8 de septiembre, el día de su Fiesta litúrgica. Todo ello antes de regresar al Santuario en una multitudinaria Romería.

Oración a la Virgen de la Fuensanta

Oh Dios, que a tu pueblo sediento

lo llevaste a las aguas salvadoras,

haz que comprendamos las maravillas de tu misericordia,

para que, ayudados poderosamente

con el auxilio de la Virgen María de la Fuensanta,

bebamos con alegría en la Fuente, que es Cristo,

el agua del Espíritu.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,

que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo

y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Temas relacionados