El amor es compromiso

El amor es compromiso

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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"El Señor Dios hizo caer un letargo sobre Adán, que se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne". Este relato de la creación de la mujer, tan colorista como fantástico, es una bella parábola sobre el amor humano (Gén 2, 18-24).

El ser humano no puede serlo en soledad. Es Dios quien ha pensado y diseñado la relación y la compañía. De él nace el amor. El relato bíblico nos habla de la soledad del hombre y de la compasión de Dios que diseña para él la compañía, el encuentro y el amor.

Con el salmo responsorial, nosotros repetimos y deseamos "que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida" (Sal 127).

Por otra parte, la carta a los Hebreos nos recuerda que Jesús ha sufrido por nosotros, nos guía a la salvación y no se avergüenza de llamarnos hermanos (Heb 2, 9-11).

LA PREGUNTA Y EL PRINCIPIO

Según el evangelio de Marcos, los fariseos dirigieron a Jesús una pregunta sobre el divorcio, con el fin de ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?" (Mc 10, 2-16). El texto nos sugiere algunas observaciones.

PALABRAS DE REVELACIÓN

Jesús repite las palabras del texto del Génesis: "Abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne". Son una revelación de Dios sobre el ser y la dignidad de las personas. Hay que recordarlas con asombro y gratitud.

Señor Jesús, creemos que este es un momento oportuno para recuperar el verdadero sentido del amor y del matrimonio. Concede a los esposos tu luz y tu fuerza para que puedan vivir su vocación con generosidad y esperanza. Amén.