El cardenal Martínez Sistach, acompañado del cardenal Osoro, presentó un libro en Madrid sobre Amoris laetitia

El cardenal Martínez Sistach, acompañado del cardenal Osoro, presentó un libro en Madrid sobre Amoris laetitia

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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¿Cómo aplicar Amoris laetitia?

El cardenal Martínez Sistach, acompañado del cardenal Osoro, presenta un libro en Madrid sobre el tema

El miércoles 8 de febrero el cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo emérito de Barcelona, presentó en Madrid el libro Cómo aplicar Amoris laetitia, editado por Claret. Se trata de un "manual" para concretar los principios de la exhortación apostólica postsinodal Francisco, con especial referencia al capítulo octavo de la misma, sobre la que el purpurado catalán reclama priorizar el primado de la conciencia, "rectamente formada" porque "estamos llamados a formar las conciencias, pero no a pretender sustituirlas".

Sistach, además, recuerda que el Papa en la exhortación no "bendice", ni mucho menos, el divorcio ni el "adulterio", sino que se centra se centra en la acogida, el discernimiento y la integración. Amoris laetitia (AL) subrayó también el cardenal, no ofrece "simples orientaciones pastorales, es un documento pastoral, pero también de magisterio ordinario, que pide una aceptación y adhesión de los cristianos".

Acoger, integrar, discernir

Francisco, abundó también, que "no cambia nada de la doctrina de la Iglesia", pero sí pone hincapié en algunas actitudes: la misericordia hacia todas las familias, ya ofreció en septiembre los verdaderos criterios interpretación de la AL, al juzgar como acertadas y precisas ?"no hay otra interpretación", afirmó categórico el Papa? las orientaciones al respecto publicadas por los obispos de la Región de Buenos Aires (ecclesia, número 3.851, página 27 y 28).

En relación con la pregunta concreto del acceso a los sacramentos por parte de divorciados vueltos a casar, Martínez Sistach señaló que "en AL, el Papa dice que a causa de los condicionamientos o factores atenuantes, es posible que en medio de una situación objetiva de pecado, que no sea subjetivamente culpable, o no de modo pleno, y se pueda vivir en gracia de Dios, se puede crecer recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia (305 de AL). La nota al texto decía que esta ayuda sería, en ciertos casos, la de los sacramentos".

Y todo ello, siguiendo un "proceso de discernimiento". ¿En qué consiste? "El discernimiento en divorciados y vueltos a casar ha de considerar aspectos del anterior matrimonio y la nueva unión. Si en algún momento, el interesado, en conciencia y ante Dios, constata que se da alguna circunstancia que hace que a la situación objetiva de pecado no le corresponde imputabilidad subjetiva grave, se puede acceder a los sacramentos". Y el correspondiente discernimiento ha de hacerse en conciencia, con los criterios ya recogidos por el Concilio Vaticano II y por Juan Pablo II en la Familiaris consortio, tal y como también alude la AL.

Caso a caso, son personas

Automáticamente, "AL no admite a los divorciados y vueltos a casar a los sacramentos, porque el Papa no habla de categorías, sino de personas, por lo que hay que hacer, en cada caso, el proceso de discernimiento, para ver si se puede, o no se puede, en cada caso. El Papa no hace otra cosa que lo que Juan Pablo II decía en la Familiaris consortio, llevándolo a las últimas consecuencias", aclaró Sistach.

En la presentación del libro intervino también el cardenal Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid, quien comenzó agradeciendo al cardenal Sistach esta publicación. "Has sabido captar la gran preocupación del Papa", afirmó, indicando que esta "es una obra necesaria, porque aplica a la realidad lo esencial". "¡Qué maravilla es esto que nos ha hecho vivir el Papa Francisco, para sacar este documento, y qué gran servicio nos está haciendo el cardenal Sistach, para ver qué hacemos en cada momento", declaró Osoro, añadiendo que AL es una fórmula para hacer verdad lo que nos dice el Vaticano II. Y es que "es importante ?añadió? conseguir que la Iglesia sea esa familia doméstica, esa Iglesia en la que se vive, se ama, se perdona, se construye, todos se desarrollan, todos crecen, todos se animan los unos a los otros".

Martínez Sistach, preguntado al respecto, fue crítico con los cuatro cardenales que presentaron públicamente sus dudas (ecclesia, número 3.859, página 35), recordando que hay un principio de moral tradicional que dice que las circunstancias atenuantes y eximentes se pueden aplicar al caso de los divorciados. n