Los foros imperiales, poema de Francisco Vaquerizo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Mientras llega el verano, os envío este poema que dedico uno de los rincones de Roma que más me seduce. Contemplar estos espacios es volver a los tiempos de Humanidades. A la Roma de Virgilio, de Horacio, de Cicerón, de Ovidio y de aquellos generales que regresaban triunfantes a la urbe para ofrecer al Imperio una nueva Provincia.
Espero que os guste. Saludos. Francisco.
LOS FOROS IMPERIALES
Tras subir al Capitolio,
saludar a Marco Aurelio
y ver cómo amantaba
la loba a Rómulo y Remo,
me dirigí hacia los Foros
y, cual devoto romero,
recorrí la Vía Sacra
y visité el magno templo
de Santa Francisca, sito
a orillas del Coliseo.
Otra vez la Vía Sacra
puso en mi mente el recuerdo
de los judíos que, otrora,
se trajera Tito presos,
para mostrar al Senado
con tan rotundo argumento
que Jerusalén quedaba
ocupada por su ejército.
En los Foros, uno tiene
la sensación de que el tiempo
se para, de que la Historia
se nos queda al descubierto.
Desde aquí se gobernaron
las provincias del Imperio,
por aquí se halla escondido
el hontanar del Derecho
y aquí, apurando las cosas,
se perciben aún los ecos
del orador Marco Tulio
Cicerón, el más egregio
de cuantos a la elocuencia
dedicaron sus esfuerzos.
Ay la tarde de los Foros,
cuántos y cuántos silencios,
cuántas y cuántas memorias
que ya no tienen remedio.
¡Sacras piedras, donde Julio
César dio el último aliento!
¡Sacras piedras imperiales,
en mi corazón os llevo!