El manto y la corona especial con los que una de las vírgenes más populares de España luce en noviembre
Gracias a la 'corona romántica', la imagen mariana recupera la estética que no lucía desde hace más de un siglo
El manto y la corona especial con los que una de las vírgenes más populares de España luce en noviembre
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La Virgen de la Macarena, una de las imágenes marianas más queridas de Sevilla, luce durante el mes de noviembre su tradicional atuendo de luto, en conmemoración de los fieles difuntos. De esta manera, la Hermanad hispalense recuerda a los hermanos que han ido falleciendo.
El manto y la saya de color negro que porta la Virgen están confeccionados con los bordados del antiguo techo de palio, obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda a comienzos del siglo XX, entre 1907 y 1908, y también procedentes del palio de Victoria Caro de 1942. En 1960, estos bordados fueron adaptados sobre terciopelo negro por José Guillermo Carrasquilla Perea.
Por su parte la 'corona romántica' de plata que luce María data del año 1849, recientemente recuperada para el ajuar de la Virgen de la Esperanza, y que fue un regalo de la Mayordomía del Santo Rosario a la imagen. De esta manera, la Macarena recupera la estética que lucía hace más de un siglo. La corona es similar a la que desapareció en la década de los años treinta.
La Hermandad de la Macarena, que procesiona en la madrugada del Viernes Santo (excepto en los dos últimos años como consecuencia de la pandemia) está recobrando gran protagonismo este mes de noviembre, ya que la Banda de la Centuria Romana tocará un total de cinco marchas en la Plaza de la Campana (en pleno centro de Sevilla) este sábado, 6 de noviembre, acompañando al Gran Poder en su procesión de regreso a la Basílica de San Lorenzo tras tres semanas en Los Pajaritos.
'Soledad de San Pablo' de Pascual Zueco Ramos; 'Señor de Sevilla' de Jorge Martín Puerto; 'Defensión e Híspalis' de Francisco Moraza Cienfuegos y 'La Sentencia de Cristo' de Manuel Pérez "Tejera" serán las marchas que sonarán durante el traslado del Señor de Sevilla a su templo.
La Macarena hizo por primera vez estación de penitencia en 1615 con dos de sus tres advocaciones: el paso del misterio de Jesús de la Sentencia, acompañado de la Centuria Romana de la Macarena, y el palio de la Esperanza, en una procesión que se prolonga durante catorce horas y media, siendo la más larga de las que participa en la conocida 'Madrugá' sevillana.