El Museo del Prado se transforma en una capilla con sabor a Roma

Los frescos de la Capilla Herrera, pertenecientes a la Iglesia de Santiago de los Españoles, en Roma, viajan hasta Madrid para dar forma a la obra de Annibale Carracci en 1833

Alba Gutierrez

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¿Es posible recuperar las pinturas de una capilla que fue destruida hace casi 200 años? Por primera vez, el Museo del Prado ha reunido la que puede considerarse la gran obra desconocida del catálogo del autor Annibale Carracci.

De los 19 fragmentos existentes, solo 16 llegaron a España. “Las pinturas fueron arrancadas en torno a 1588. Lo que hemos hecho aquí, casi 200 años después, es evocar la disposición original de la capilla con todos los frescos existentes”, ha explicado al programa ‘Ecclesia’ de TRECE el comisario de la exposición y director adjunto de conservación del Museo del Prado, Andrés Úbeda.

Sería en los primeros años del siglo XVII, cuando Juan Enríquez de Herrera, ofreciera a Carracci pintar al fresco la capilla de su familia en la iglesia de Santiago de los Españoles de Roma. Los frescos reproducen escenas de la vida y milagros del franciscano San Diego de Alcalá.

En palabras de Úbeda, fue un santo “muy humilde, cercano, de pueblo; lo elevaron a los altares en 1588 y a partir de ahí se comenzó a conocer su público. Por eso esta capilla es tan importante, porque da pie al conocimiento y a la devoción de este santo”. ‘La curación de un joven ciego’ o ‘El milagro de las rosas’, son algunos de los siete frescos que el Museo del Prado ha reconstruido.

El resto de obras se conservan en la Real Academia Catalana de Bellas Artes y en la iglesia romana de Santa María de Montserrat, donde todavía no han podido ser localizados. La exposición en el Museo Del Prado podrá visitarse hasta el 16 de junio.

Después, viajará a la Galería Nacional de Arte de Roma y también lo hará al Museo Nacional de Arte de Cataluña en el mes de junio.

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